La enfermedad rara que provoca problemas de movimiento y por la que se puede conceder la incapacidad permanente

La incapacidad permanente es un estado reconocido por el Instituto Nacional de la Seguridad Social en el que un trabajador recibe una pensión debido a una disminución significativa en su capacidad laboral

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Mujer con dolor de espalda (Freepik)
Mujer con dolor de espalda (Freepik)

Un trabajador que se encuentra en situación de incapacidad permanente es aquel cuya capacidad laboral se ha visto afectada de manera significativa debido a una enfermedad o lesión, lo que le impide continuar con sus labores habituales. Existen cuatro grados de incapacidad reconocidos por la Seguridad Social: total, parcial, absoluta y gran invalidez.

Las personas con enfermedades crónicas tienen la opción de solicitar esta incapacidad permanente, la cual conlleva una prestación económica destinada a compensar la pérdida de ingresos derivada de la imposibilidad de trabajar. Según declaraciones de la firma Fidelitis, la incapacidad permanente se define cuando el trabajador, tras seguir el tratamiento médico prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves y presumiblemente definitivas, aunque también se contempla la posibilidad de incertidumbre en la curación.

Tipos de incapacidad permanente

Existen diversos grados de incapacidad permanente, que varían según la gravedad de la situación. Las categorías incluyen incapacidad parcial, total, absoluta y gran invalidez. Cada una de estas incapacidades concede diferentes beneficios y puede ser revisada por el tribunal médico si hay cambios en la condición del trabajador.

La incapacidad permanente parcial se da cuando el grado de incapacidad no es total, pero el trabajador experimenta una disminución del rendimiento igual o superior al 33% en su actividad habitual. La indemnización en estos casos equivale a 24 mensualidades de la base reguladora.

La incapacidad permanente total incapacita al trabajador para desempeñar su profesión habitual, aunque puede seguir ejerciendo otro tipo de trabajo. Este grado conlleva una pensión equivalente al 55% o 75% de la base reguladora, dependiendo de la edad del trabajador.

En el caso de la incapacidad permanente absoluta, el trabajador no puede ejercer ninguna profesión u oficio. La pensión correspondiente es del 100% de la base reguladora.

Las 4 ayudas que no son compatibles con la pensión de incapacidad permanente.

La gran invalidez es una categoría más severa dentro de la incapacidad permanente. En estos casos, el trabajador no solo no puede desempeñar ningún tipo de trabajo, sino que requiere asistencia de terceros para realizar las actividades diarias básicas. La pensión es similar a la de la incapacidad absoluta, con un complemento adicional calculado sumando el 45% de la base mínima de cotización vigente y el 30% de la última base de cotización del trabajador.

El síndrome de la persona rígida

Aunque la incapacidad permanente y el nivel concreto debe ser concedido estudiando cada caso concreto, existen algunas enfermedades que en general permiten ser beneficiario de ella a quién la sufre. Uno de estos casos es el síndrome de la persona rígida.

Esta enfermedad se caracteriza por episodios de rigidez y espasmos musculares de los músculos del tronco y de los brazos y piernas, que muchas veces se producen por una sensibilidad aumentada al ruido, al tacto y como una respuesta al sobresalto. Las personas con el síndrome también pueden asumir posturas anormales y se cree que es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmune ataca su propio sistema nervioso central (cerebro y la medula espinal, según informa el National Center for Advancing Translational Sciences.

El síndrome de la persona rígida se caracteriza por episodios de rigidez muscular en el tronco y los miembros. La mayoría de las veces los síntomas comienzan entre los 30 y 60 años. Los síntomas pueden incluir:

  • Posturas anormales tales como encorvarse sobre sí mismo
  • Episodios de rigidez muscular y espasmos que ocurren debido a una sensibilidad aumentada al ruido, al tacto y como una respuesta al sobresalto
  • Caídas debido a los espasmos y la rigidez muscular cuando la gente con la enfermedad está caminando o se pone de pie
  • Parálisis cerebral
  • Epilepsia

Muchas personas con síndrome de persona rígida sufren de ansiedad y depresión, probablemente por causa de los síntomas del síndrome que afectan sus actividades diarias, pero también porque la causa del síndrome se relaciona con niveles bajos de neurotransmisores. Los neurotransmisores ayudan a mantener el estado de ánimo de una persona.

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