Tras concluir la primera mitad de la misión Pacific Skies 2024, la vuelta al mundo que se encuentran realizando 44 aeronaves de las fuerzas aéreas de España, Francia y Alemania, los pilotos de combate del Ala 14 han regresado a casa “sanos y salvos”, tal como les encargó el jefe del Mando Aéreo de Combate (Macom) al comienzo del despliegue, hace un mes atrás. “No ha podido salir mejor”, asegura a Infobae España el capitán Juan Bengoechea, uno de los aviadores que emprendieron la travesía a bordo de un Eurofighter, y que ya de vuelta en la base aérea de Albacete.
El comandante del 141 Escuadrón del Ejército del Aire y del Espacio no duda en calificar esta misión como “un reto enorme” ya que nunca antes se había siquiera intentado realizar esta proeza. “Quizá se trate del mayor desafío al que me haya enfrentado hasta ahora. No hay antecedentes de esto, somos pioneros”, se enorgullece el piloto. El capitán y el resto de sus compañeros del Ala 14 fueron los encargados de volar los cuatro cazas desde Albacete hasta Darwin, al norte de Australia.
El viaje, que comenzó el pasado 26 de junio, se llevó a cabo en distintos “saltos”, la palabra que emplean los pilotos para denominar a cada una de las etapas de vuelo. El primero se realizó desde la mencionada ciudad manchega hasta Colonia, en Alemania, punto de encuentro entre los aviones españoles, franceses y germanos. De allí, todos juntos cruzaron el Atlántico hasta Canadá para, en un tercer salto, llegar hasta Alaska. Así, tras dejar atrás Estados Unidos, los Eurofighter volaron, por primera vez en la historia del Ejército del Aire, hasta Japón. Finalmente, desde tierras niponas, se llevó adelante el último salto con destino Australia, hasta donde nunca había volado ningún caza español.
“Ha requerido de mucho esfuerzo y muchas horas de trabajo por parte del personal de vuelo, de apoyo y mecánicos. Esto no tenía precedentes y todo lo nuevo siempre es más difícil”, señala Bengoechea. Entre los contratiempos vividos, el piloto recuerda la avería del motor de un caza justo en la víspera de emprender uno de los tramos más largos de todo el viaje: de Alaska a Japón. “El día de antes de salir se estropeó un motor y hubo que cambiarlo a contrarreloj para emprender la misión de navegación a Japón en tiempo y forma”, recuerda el piloto.
Tantas horas de vuelo -la travesía más larga duró 9,5 horas- hicieron indispensable realizar numerosos repostajes en vuelo, hasta ocho en el caso del salto entre Japón y Australia, el más largo de todos. Para realizar con éxito estos reabastecimientos de combustible en el aire, junto con los cazas viajaban modernos A330 MRTT, aviones tanqueros construidos por Airbus en las instalaciones que el gigante aeronáutico desarrolla en sus instalaciones de Madrid.
“En el salto, por ejemplo, de Canadá a Alaska, fuimos integrados en una célula con tres aviones tanqueros: dos de la Unidad Multinacional de Aviones Cisterna (MMU) y otro de Francia. Cada una de las aeronaves de la MMU llevaba entre tres y cuatro cazas y la francesa, que iba en medio, llevaba dos. Dos horas después salía otra célula idéntica”, detalla Bengoechea.
Arctic Defender
Una de las etapas más exigentes para el comandante del 141 Escuadrón fue el ejercicio Arctic Defender, adiestramiento realizado en Alaska junto a cazas F-35 y F-22 de Estados Unidos. “La verdad que fue muy demandante por nuestra parte ya que, al fin y al cabo, son aviones de quinta generación, los más modernos a nivel de la OTAN, capaces de muchas cosas. Ha sido muy importante para conocerles un poco mejor, para saber cómo podemos potenciar sus puntos fuertes y minimizar sus puntos débiles. Hemos aprendido mucho”, afirma el piloto español.
Una de las características de los cazas estadounidenses que subraya Bengoechea es su capacidad stealth, es decir, de ser indetectables. El F-35 es un avión invisible al radar, pero tiene menos potencia que el Eurofighter y es capaz de cargar menos armamento que nuestro avión”, explica el capitán del Ejército del Aire. “La idea es que con sus pros y contras y los que tenemos nosotros seamos capaces de integrarnos todos en un objetivo común”.