Soria, la provincia libre de incendios desde hace más de dos décadas: ¿cuál es la clave de su éxito?

El último gran fuego que se produjo en esta provincia de Castilla y León ocurrió en el año 2000, en la comarca del río Izana, y quemó cerca de 2.500 hectáreas. ‘Infobae España’ habla con el director de Cesefor, Pablo Sabín, para conocer mejor el modelo que aplican

Guardar

Nuevo

Recolección en los montes de Soria. (Europa Press)
Recolección en los montes de Soria. (Europa Press)

El mes de julio ha terminado sin que se hayan producido incendios forestales gracias a la humedad que aún hay en el terreno por las abundantes lluvias que cayeron a finales de la primavera y algunas tormentas más recientes. Sin embargo, con cada nueva ola de calor, y ya van tres en lo que llevamos de verano, aumenta la sequedad tanto en el ambiente como en el suelo, lo que dispara las posibilidades de que en este mes de agosto se produzcan incendios y se propaguen con rapidez. De hecho, debido a las altas temperaturas registradas en los últimos días, con máximas que han superado los 43 grados en el sureste de la península, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior mantiene la alerta por riesgo de incendios forestales.

Por el momento, aunque hay varios fuegos activos en diferentes puntos del país, algunos de los incendios forestales más complicados que comenzaron a principios de esta semana, como el de Valverdejo (Cuenca), que ha calcinado más de 2.000 hectáreas, o el de Benasau (Alicante), que ha quemado casi 300, ya han sido estabilizados y los vecinos que fueron desalojados han podido regresar a sus casas.

Un helicóptero refresca el perímetro de la localidad alicantina de Penáguila, que desalojó a sus 800 vecinos a causa del incendio forestal de Benasau. (EFE/Morell)
Un helicóptero refresca el perímetro de la localidad alicantina de Penáguila, que desalojó a sus 800 vecinos a causa del incendio forestal de Benasau. (EFE/Morell)

Si bien la falta de lluvias, las altas temperaturas o las fuertes rachas de viento suelen ser algunas de las razones que contribuyen de forma directa al origen, propagación y virulencia de los incendios, también son muchos los fuegos ocasionados por el ser humano, algunos de forma intencionada y otros por descuidos. Y aunque España es uno de los países de la Unión Europea más afectados por los incendios forestales -solo en 2023 se quemaron un total de 89.068 hectáreas de superficie forestal, y en 2022 fueron 267.946-, hay una provincia que en las últimas dos décadas ha logrado salvarse de estos grandes fuegos, y es Soria, que cuenta además con una extensa área forestal de más de 600.000 hectáreas, de las que cerca de 500.000 son bosques.

El último gran incendio en la provincia de Soria se produjo en el año 2000, en la comarca del río Izana, y quemó cerca de 2.500 hectáreas, según datos de la fundación Cesefor (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León). Desde entonces, con excepción de un fuego que en julio de 2015 arrasó casi 600 hectáreas, prácticamente ha estado libre de llamas. La clave de su éxito se basa, principalmente, en un modelo propio de gestión forestal “sostenible que garantiza la conservación de los montes, preservando su multifuncionalidad”, si bien la provincia de Soria también cuenta con elementos que no tienen otros lugares, como es el clima.

“Por un lado, Soria tiene unas temperaturas más bajas que buena parte de España, debido sobre todo a su posición altitudinal, y las máximas no suelen ser muy altas. Por otro, tampoco la vegetación que crece en la provincia es comparable a la de otras zonas de la Península Ibérica, pues especialmente en el oeste y noroeste del país hay más humedad y más vegetación y, por tanto, hay mayor riesgo de incendios. Esas dos condiciones inherentes sitúan a la provincia en un mejor lugar respecto al resto”, explica a Infobae España Pablo Sabín, director de Cesefor, entidad que apuesta por el “desarrollo integral del sector forestal mediante la investigación, innovación y fomento de la sostenibilidad”.

Varias personas recolectan setas en un monte de la provincia de Soria. (Europa Press)
Varias personas recolectan setas en un monte de la provincia de Soria. (Europa Press)

Un modelo referente

La otra razón por la que esta provincia apenas ha registrado incendios forestales en más de 20 año es el modelo de gestión forestal, que se centra “en el aprovechamiento de los recursos”. “La conservación de los recursos se consigue a través de la gestión de los mismos y del aprovechamiento de sus productos, como son las resinas, setas, madera, trufa y la ganadería extensiva”, señala Sabín.

Además de esa filosofía y consenso colectivo, añade el experto, otro elemento fundamental es la cooperación entre las administraciones públicas, tanto la Junta de Castilla y León, como ayuntamientos y la Diputación de Soria, además del trabajo conjunto con entidades privadas u otros sectores como el científico o la Universidad y centros de investigación de la provincia. “Ese ecosistema de entidades que cooperan y colaboran también generan unas mejores condiciones a largo plazo, pues gracias a ello, se consigue gestionar el territorio y conseguimos tener modelos de combustible -la vegetación de montes y bosques- menos problemáticos desde el punto de vista de incendios”, añade.

Diez mil incendios al año en España: el 95% los produce el ser humano y más de la mitad son intencionados.

Otro elemento clave, apunta Sabín, es la “conciencia social de que el monte importa y que genera valor económico en los pueblos” y, por tanto, eso influye a la hora de que la ciudadanía tome precauciones para evitar que se produzcan incendios.

Estos tres elementos, resume, “hacen que el modelo de Soria sea un modelo de éxito frente a otros lugares que tienen condiciones parecidas”, si bien precisa que hay que considerar que cada lugar tiene unas características y problemáticas propias y “no se puede hacer un corta y pega tal cual” del modelo. No obstante, Sabín aclara que desde Cesefor están tratando de trasladar la filosofía que hay detrás de la gestión y el aprovechamiento de los recursos.

Guardar

Nuevo