En 2015, París puso en marcha un plan, respaldado por una inversión de 1.400 millones de euros, para hacer que el Sena fuera apto para nadar a tiempo para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024, con la intención de que se utilizara para la etapa de natación de la competición de triatlón. En el verano de 2023 se completaron tres cuartas partes de las obras estructurales correspondientes previstas en París y el área metropolitana, que incluía el equipamiento de las plantas de tratamiento de aguas residuales con dos unidades de desinfección. El 2 de mayo de 2024 se inauguró otra pieza clave de la infraestructura: la balsa de almacenamiento de agua de lluvia de Austerlitz, que tiene una capacidad aproximada de 50.000 m³, el equivalente a 20 piscinas olímpicas.
Durante las lluvias torrenciales, la cuenca de Austerlitz almacenaría el exceso de agua de lluvia y las aguas residuales sin tratar que, de otro modo, se descargarían en el Sena. Una vez que haya dejado de llover, las aguas residuales serán tratadas antes de ser liberadas. Sin embargo, este sistema de contención no surtió efecto. Las lluvias de los días 26 y 27 de julio hicieron subir los niveles de E.coli y Enterococos por encima límites fijados. Los primeros entrenamientos se cancelaron y se retrasó el triatlón masculino. Se espera que, después del evento, en 2025, los parisinos tengan acceso a las zonas de baño a lo largo del Sena en Bras Marie, Bras de Grenelle y Bercy.
Francia ha hecho un esfuerzo faraónico -y millonario- por hacer relucir el emblema de la ciudad y el foco ha estado puesto en la calidad del agua, que ha suscitado cientos de noticias en todo el mundo. Los expertos han hablado de los altos niveles de contaminación y los medios se han hecho eco. Sin embargo, el Sena no es el único río con altos niveles de contaminación. En España, hay muchos que no cumplen con la normativa.
Ríos contaminados en todo el país
El informe Ríos tóxicos: contaminación de ríos y aguas subterráneas de la organización Ecologistas en Acción revela la presencia de sustancias nocivas para el medioambiente y para la salud. Las sustancias halladas van desde metales pesados, como el cadmio o el mercurio, hasta disruptores endocrinos o plaguicidas como el glifosato. En su mayoría, estos contaminantes provienen de vertidos de la industria petroquímica y del uso agrario, dos sectores que han experimentado un crecimiento sostenido en las últimas décadas.
Desde Ecologistas en Acción denuncian que, de acuerdo a los datos oficiales de 2019, el 80% de los productos fitosanitarios utilizados en la actualidad no se analizaron. En su lugar, en torno a un 75% de los que se obtuvo información son plaguicidas que no están autorizados ni en uso. Señalan que, en cuanto a los plaguicidas, “la agricultura intensiva y su dependencia de insumos de agroquímicos está íntimamente relacionada con efectos adversos en el suelo, aguas subterráneas y superficiales.” Además, muchos de los riesgos de esta contaminación pueden permanecer en el medio ambiente durante largos períodos de tiempo”, matizan.
El Informe de la Calidad de las Aguas 2010-2023, publicado este mes de agosto por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), muestra que, en lo que a plaguicidas se refiere, existe un gran número de incumplimientos detectados por toda la geografía española. Atendiendo al número de estaciones que superan el valor frontera, casi el 30% para el conjunto del país, destacando por encima de la media nacional las demarcaciones de Segura (52,24%), del Guadiana (49,72%), el Distrito Cuenca Fluvial de Cataluña (42,78%), del Júcar (41,67%) y la del Guadalquivir (41,03%).
Además, las concentraciones de nitratos son “claramente superiores” en aguas subterráneas y dentro de estas, los mayores problemas se concentran en numerosos puntos de la geografía española del litoral levantino (Segura, Júcar, Distrito Cuenca Fluvial de Cataluña e Islas Baleares), además de en la demarcación del Guadalquivir y en la del Guadiana. Sin embargo, la tendencia de los últimos 13 años es más o menos estable, tanto para superficiales como subterráneas, con incremento de analíticas en ambos casos