La moda de los selfies es ya más letal que los ataques de tiburón. Una persona muere cada 13 días intentando sacarse el selfie más sorprendente, arriesgado y… mortal. Así lo demuestra un estudio de la Fundación iO, especializada en Medicina Tropical y del Viajero, que resalta que, desde 2008, 379 personas en el mundo han fallecido sacándose un autorretrato.
Las principales causas de muerte relacionadas con los selfies son las caídas desde grandes alturas, los ahogamientos y los accidentes con medios de transporte. La India es el país con más muertes por selfies, seguida de Estados Unidos, Rusia y Brasil. España ocupa el sexto lugar en esta trágica lista.
El pasado 22 de julio, la joven influencer Moe Sa Nay, de tan solo 14 años, perdió la vida al caer por un acantilado mientras intentaba tomarse un selfie en la cascada Sinywa, en Birmania. Este trágico incidente es solo uno de los muchos casos que reflejan una tendencia alarmante: la búsqueda de la foto perfecta en lugares peligrosos.
La búsqueda de la originalidad y la creatividad en las fotos que se publican en redes sociales ha llevado a muchos usuarios a arriesgar sus vidas. La validación externa en forma de “me gusta” y comentarios positivos parece ser un incentivo poderoso, especialmente entre los jóvenes. La edad media de las víctimas ronda los 24 años, y en un 57,74% de los casos, las víctimas son hombres.
Otros casos
Además de Moe Sa Nay, otras influencers han perdido la vida en circunstancias similares. Aanvi Kamdar, una joven influencer india, falleció en mayo de 2024 al caer desde un acantilado en Goa mientras intentaba capturar una imagen para sus redes sociales.
Además, en abril de 2024 Inessa Polenko, una influencer de ascendencia rusa reconocida por su contenido sobre viajes y recomendaciones por todo el mundo, sufrió un trágico accidente que le costó la vida mientras intentaba tomar una fotografía para sus redes sociales.
En un momento de desequilibrio, cayó desde una altura aproximada de 50 metros. La joven de 39 años compartía contenido de sus múltiples viajes a sus casi 9.000 seguidores en Instagram, pero su imprudencia ha acabado de forma trágica con su vida.
El suceso tuvo lugar en Gragy, un pueblo en el estado de Georgia, Estados Unidos. Polenko se encontraba en un mirador buscando material para sus publicaciones cuando, lamentablemente, cruzó una barrera de seguridad diseñada para mantener a los turistas alejados de zonas peligrosas.
El influencer italiano Giorgi Janelidze, más conocido en las redes sociales como Tzane, falleció a los 23 años de edad el pasado mes de marzo. Giorgi quiso realizar una visita a Roghudi Veccino, un municipio de la región de Calabria, al sur del país, con el objetivo de grabar casas que habían sido abandonadas después de que una inundación en el año 1973 provocase el desalojo de sus ciudadanos.
Pues bien, cuando estaba en una de estas casas, el influencer se asomó al balcón y cayó de manera estrepitosa al vacío. El espacio no disponía de barandillas para frenar el desvanecimiento, por lo que todo indica a que se confío y no pudo mantener el equilibrio.
Sentido común
Para evitar más tragedias, es crucial que los viajeros tomen conciencia de los riesgos asociados con los selfies en lugares peligrosos. La Fundación iO recomienda leer las advertencias de seguridad en las zonas turísticas, consultar al personal local sobre posibles riesgos y, sobre todo, aplicar el sentido común. Además, los profesionales de la medicina de viajes deberían aconsejar a los turistas sobre la importancia de los selfies responsables.