La Dirección General de Tráfico a la carga contra el ‘método gallego’ que ahora es tendencia en WhatsApp

Las autoridades advierten que esta práctica no sólo es ilegal sino que también pone en riesgo la seguridad vial

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Coches en la autovía A5 (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)
Coches en la autovía A5 (Alejandro Martínez Vélez/Europa Press)

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha intensificado su lucha contra una práctica cada vez más común entre conductores conocida como el método gallego. Esta tendencia, que se ha popularizado a través de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp y Telegram, consiste en alertar a otros conductores sobre la ubicación de radares y controles de la Guardia Civil, con el fin de evitar sanciones. Sin embargo, las autoridades advierten que esta práctica no sólo es ilegal sino que también pone en riesgo la seguridad vial.

Desde hace algún tiempo, la DGT ha observado con preocupación el aumento de esta conducta. Los conductores se avisan mutuamente sobre la presencia de radares y controles a través de mensajes en grupo, tratando de esquivar multas. Según fuentes de Tráfico, esta práctica ha dificultado considerablemente el trabajo de las autoridades para controlar y sancionar a aquellos que infringen las normas.

En respuesta a esta situación, la DGT ha comenzado a castigar con severidad a los conductores que utilizan WhatsApp u otras plataformas de mensajería para avisar sobre la ubicación de radares y controles. Las penas para quienes sean sorprendidos realizando estas acciones incluyen multas elevadas y la posible retirada de puntos del carnet de conducir. Las autoridades han dejado claro que están vigilando activamente estas prácticas y no dudarán en actuar contra los infractores.

El objetivo principal de la DGT es garantizar la seguridad en las carreteras. Alertar sobre la ubicación de radares y controles puede parecer una ayuda entre conductores, pero en realidad puede tener consecuencias graves. Al no ser detectados, algunos conductores pueden sentirse más libres para infringir las normas, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Además, la presencia de controles y radares tiene como propósito disuadir comportamientos peligrosos, y al eludirlos, se debilita su efecto preventivo.

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Otros métodos

El llamado método gallego no es la única forma en que los conductores intentan eludir las sanciones. Otro método común es el uso de ráfagas de luces para advertir a otros conductores sobre la presencia de radares o controles. Aunque esta práctica es menos sofisticada que el uso de aplicaciones de mensajería, sigue siendo una infracción y puede tener las mismas consecuencias legales.

La popularización de estos métodos ha llevado a la DGT a reforzar sus esfuerzos para educar a los conductores sobre los peligros de estas prácticas. Las campañas de concienciación se centran en recordar a los conductores que la seguridad vial es una responsabilidad compartida y que todos deben cumplir las normas para evitar accidentes y salvar vidas.

El incremento de estas prácticas ha tenido un impacto notable en la capacidad de las autoridades para controlar el tráfico y sancionar a los infractores. La DGT ha señalado que, si bien la tecnología ha facilitado la comunicación entre los conductores, también ha creado nuevos desafíos para la aplicación de la ley. La dificultad para detectar y sancionar a aquellos que utilizan aplicaciones de mensajería para eludir controles ha llevado a la DGT a explorar nuevas formas de vigilancia y control.

Las autoridades instan a los conductores a desistir de estas prácticas y a respetar las normas de tráfico. La seguridad en las carreteras depende en gran medida de la cooperación de todos los usuarios. Alertar sobre la ubicación de radares y controles no sólo es ilegal, sino que también pone en peligro a todos los que circulan por las vías.

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