El voto ‘rebelde’ de las juventudes de ERC, el último escollo para que Salvador Illa sea ‘president’ de Cataluña

A la investidura de Salvador Illa le podría quedar un último obstáculo, más complicado incluso que el que superó este viernes con el aval de la militancia de ERC a hacer president de la Generalitat de Cataluña al líder socialista. Se trata de las juventudes republicanas, que amenazaron con torpedear la investidura del primer secretario del PSC a través de su diputada en el Parlament, Mar Besses. Su voto es imprescindible, ya que sin esta papeleta favorable, la suma de PSC, el resto de los diputados de ERC y Comuns se quedaría a un escaño de la mayoría absoluta (68 diputados).

Jovent Republicà, reacios a dar su apoyo a Salvador Illa y, en general, a los socialistas, decidirán en una reunión extraordinaria de su consejo nacional sobre el sentido del voto de su representante en el Parlament catalán. Esto supondría el último escollo en el camino a la investidura del primer secretario de los socialistas catalanes, cuya fecha límite es el 26 de agosto. Y es que, si Bessas ignora el resultado de la consulta vinculante de su partido y se posiciona en contra o se abstiene, la investidura estaría abocada al fracaso y Cataluña a una repetición electoral.

En un comunicado emitido el pasado 12 de junio, las Joventuts d’Esquerra Republicana cargaron contra la “socioconvergencia” (por PSC y Junts). “No podemos permitir que el unionismo se apodere del Gobierno de Cataluña. Últimamente, hemos visto cómo el PSC, capitaneado por Salvador Illa, comparte el modelo de país con la derecha más sucursalista, tal y como ha demostrado con el apoyo al turismo desbocado en Barcelona, la oposición a medidas para garantizar el derecho a la vivienda, los recortes a escala europea o yendo en contra de la defensa del catalán en las escuelas. Asimismo, tampoco daremos soporte gratuito a quien vive del independentismo mágico y vacío de propuestas realistas”, señalaron en una nota.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, se mostró confiada en que la diputada de Jovent Republicà también apoyará la investidura. “Estoy convencida de que tendremos un acuerdo”, dijo este viernes en una rueda de prensa tras el aval de las bases, aunque dejó claro el “respeto” por los debates internos de las distintas organizaciones. Si bien, Bessas ya ha avisado de que votará lo que decida el Consejo Nacional extraordinario de las juventudes republicanas.

El PSC, y también el PSOE y Moncloa, pasaron la primera gran prueba de fuego este viernes después de que las bases de ERC respaldaran con un 53,5% el acuerdo cerrado por la dirección del partido con los socialistas para que los republicanos voten a favor de investir a Salvador Illa. También la cúpula de ERC, con Marta Rovira a los mandos, recibió un espaldarazo a pesar de que el resultado fue ajustado (el 44,8% votó no y un 1,7% se decantó por la abstención).

Los socialistas se reúnen este sábado para valorar el aval de la militancia de ERC al acuerdo de investidura. Se espera que Illa intervenga en abierto en la Comisión Ejecutiva, por lo que romperá el silencio de los socialistas desde que se anunciara el preacuerdo el pasado lunes, un silencio “medio acordado” para dejar que las reticentes bases republicanas procesaran el acuerdo, según explicó la propia Rovira.

A falta de que se desatasque la investidura con la deliberación de Jovent Republicà, el acuerdo con ERC ha prendido la mecha en el PSOE. Distintos barones socialistas han alzado la voz en los últimos días contra el acuerdo que permite que Cataluña tenga un sistema similar al concierto económico vasco, fuera del régimen común y con una cuota de solidaridad interterritorial. Ni las llamadas del propio Illa ni de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han conseguido calmar los ánimos en el partido, cuya tensión amenaza con abrir una brecha sin precedentes desde que Sánchez retomara las riendas de la Secretaría General en 2017.

Ya son varias las federaciones que han pedido a Ferraz la convocatoria de un Consejo de Política Federal del PSOE para “analizar y debatir” el acuerdo, y que todos los responsables autonómicos del partido dialoguen y definan la postura ante la financiación autonómica. Tal es el enfado en las filas del partido que varios territorios han puesto en duda la posibilidad de que sus representantes en el Congreso avalen las medidas para Cataluña incluidas en el preacuerdo si llegara a la Cámara Baja en estos términos.

Cabe subrayar que ni este debate ni el hecho de que varios barones alzaran la voz frente a Ferraz se abrió con la amnistía, los indultos o la derogación del delito de sedición y la reforma de la malversación. Con la financiación autonómica ha topado Pedro Sánchez.