Los datos publicados este viernes por la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo relativos a julio de 2024 constatan un peor mes para el empleo en comparación con la misma fecha de años anteriores. Se han registrado 9.783 afiliaciones medias menos a la Seguridad Social que en junio, una caída del 0,05%, aunque las personas inscritas en el desempleo también han descendido ligeramente, en 10.830, un 0,42% menos que el mes anterior. Detrás de esta aparente paradoja puede haber varios motivos.
En primer lugar, los datos de empleo y de paro mensuales proceden de registros administrativos distintos, que a su vez difieren de los datos que se usan para hacer comparaciones europeas e internacionales, los de la Encuesta de Población Activa que publica el INE trimestralmente. En segundo lugar, se trata de datos muy marcados por la estacionalidad, por lo que son necesarias series más largas que un mes para analizar la tendencia general del mercado de trabajo.
A pesar de estos matices, el mes de julio de 2024 no ha registrado buen comportamiento del empleo, ya que tanto en 2023 como en 2019, antes de la pandemia, hubo aumentos de afiliación mensual en un 0,11% (21.945) y un 0,8% (15.514), respectivamente. La última caída de afiliación en un mes de julio data de 2022, una pérdida de 7.266 (-0,04%), algo anómalo en la serie histórica, que registra ganancias en todos los demás años en julio desde 2002. En términos desestacionalizados por la Seguridad Social, la afiliación solo crece un 0,01% en julio de 2024, frente al 0,08% del año anterior. Respecto al paro, el comportamiento es igual al de 2023, cuando se produjo un descenso de un 0,41%, y mejor que el de 2019, con una caída del 0,14%.
En total, el número de afiliados medios a la Seguridad Social se sitúa en los 21.383.106, la segunda mayor cifra de la serie histórica por detrás de junio de 2024, y el número de desempleados alcanza los 2.550.237, la menor cifra desde octubre de 2008. Los afiliados crecen un 2,35% en comparación con julio de 2023 y los parados han caído un 4,77%.
El desplome de afiliación se concentra en unos pocos sectores. En asalariados, la bajada responde fundamentalmente a la educación, que pierde 122.551 empleos por el fenómeno de bajas para no pagar las vacaciones de verano; y el Sistema Especial de Trabajadores Agrarios (-39.003). También pierde empleo el Sistema Especial del Hogar (-4.462), que al igual que el agrario acumula pérdidas anuales. En cuanto a los autónomos, en julio de 2024 se registran 4.947 afiliaciones menos que proceden sobre todo de la educación (-4.284); del comercio (-897) y de la agricultura (-828).
En cuanto al desempleo, desciende un 0,36% en servicios (6.591 personas); un 1,68% en agricultura (1.534); un 0,14% en la industria (289) y un 1,22% en el colectivo sin empleo anterior (2.924 personas), pero aumenta en la construcción un 0,26% (508 personas). El paro juvenil lleva 39 meses consecutivos descendiendo en términos interanuales y marca su mínimo histórico con un total de 174.926 jóvenes en situación de desempleo, aunque su tasa de paro sigue siendo la más elevada de la Unión Europea.
La contratación indefinida se desacelera
La entrada en vigor de la reforma laboral de 2021 en 2022 redujo el volumen de contratación al restringir intensamente los contratos temporales de obra y servicio, lo que dejó como vía principal de adquisición de mano de obra la fórmula del contrato indefinido ordinario o fijo discontinuo para las actividades más estacionales. Esto produjo un rápido crecimiento del peso de la contratación indefinida sobre el total, de manera que en julio de 2022 el 41,4% de los contratos registrados fueron indefinidos.
Esta cifra ha ido descendiendo progresivamente y en julio de 2024, del total de 589.007 contratos que se han realizado, solo el 38,7% han sido indefinidos, frente al 39,6% de 2023. A pesar del descenso, el cambio de tendencia es claro en comparación con los años anteriores, en los que la contratación indefinida en dicho mes nunca superaba el 10%.