La ‘sologamia’ o el arte de casarse con una misma que reivindica la vida en solitario: “Al empezar la ceremonia, me di cuenta de que era serio”

En el año 2011, May Serrano fue la primera mujer en España que se casó consigo misma. Desde entonces, ha ayudado a a más de 100 mujeres a dar el paso. “En un principio fue como una gamberrada”, cuenta a ‘Infobae España’

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Las personas que se casan muchas veces no saben que tienen que declarar los regalos de boda. (Freepik)
Las personas que se casan muchas veces no saben que tienen que declarar los regalos de boda. (Freepik)

“Es como cuando se casa una pareja normal. O sea, que se compromete a quererse y respetarse. Pues es eso. Pero yo conmigo misma”. Esta frase la pronuncia la actriz Candela Peña en la película La boda de Rosa (Icíar Bollaín, 2020). Su personaje, Rosa, decide romper con todo para comprometerse con ella misma, para amarse y respetarse todos los días de su vida. Por mucho que esto se cuente en una película, no es un caso de ficción ni tampoco un hecho aislado.

A este acto se le llama sologamia, y pese a los prejuicios que pueda conllevar de primeras, es un ritual que implica el compromiso con uno mismo a través de una boda. Quienes lo realizan lo suelen definir como un acto de “amor propio”, “independencia” y “empoderamiento”, y el divorcio no existe porque este rito no tiene validez legal, y tampoco implica necesariamente soltería o celibato, como puede llegar a pensarse.

May Serrano fue la primera mujer que, en el año 2011, decidió darse el ‘sí, quiero’ con ella misma. Invitó a 100 personas a presenciar este acto. Sus conversaciones con la directora Icíar Bollaín y el equipo de la película, junto con más mujeres que también hicieron el mismo proceso que ella, sirvieron para dar forma a Rosa.

En conversaciones con Infobae España, Serrano explica en un principio ella lo hizo “como una gamberrada”, y tras comenzar la ceremonia se dio cuenta de que “era más serio”. “Imagina, ante 100 personas dices en voz alta: me quiero y voy a serme fiel. Es un antes y un después en la vida de todas las que hemos dado el paso”, cuenta. Por esto mismo, explica que no está de acuerdo con el término “sologamia” porque “no se trata de quedarse sola. No es un paso que des porque no tienes novio”. De hecho, cuando ella lo hizo, tenía pareja. “Se está obviando lo principal: quererte y respetarte es esencial para establecer relaciones sanas con otras personas”.

En las bodas, son muchas las gestiones de organización y los preparativos que tienen que hacer los novios, aunque Hacienda seguro que no figura en sus planes

“Yo ya me amo, me respeto, me cuido... Pero quería hacerlo tangible”

Serrano también organiza bodas a través de su cuenta de Instagram @mecasoconmigomisma y desde que comenzó ya ha acompañado a más de 100. De hecho, adelanta que la próxima cita será en Teruel el 7 próximo de septiembre.

Serrano y otras nueve mujeres del colectivo Mujeres Imperfectas de Bilbao fueron noticia en 2011 por darse el ‘¡Sí, me quiero!’ en una ceremonia oficiada por la actriz Maribel Salas. 13 años después, este tipo de ceremonias continúan vigentes. De hecho, la más reciente tuvo lugar el pasado 6 de julio de 2024. Vanessa García, una pintora procedente de Oviedo en compañía de otras dos mujeres asturianas, se dieron el ‘sí' a sí mismas en una ceremonia celebrada en en Gijón.

Yo ya me amo, me respeto, me cuido... Pero quería hacerlo tangible. Al hacerlo realidad, como si fuera tu cumpleaños o cualquier otra festividad, va a marcarme aún más”, dijo la mujer en el programa de Telecinco Vamos a ver. No es un boicot al amor. Si aparece alguien, bienvenido, pero quiero que esa persona me encuentre en mi mejor versión”, añadió.

En una entrevista para El Español realizada tras la ceremonia, Vanessa explicó que “es un acto ‘psicomágico’ para el cerebro. Es demostrar que te vas a amar durante el resto de tu vida, y desde que lo hice hace tan sólo unos días yo ya me siento mejor”. Como May, Vanessa y otras muchas mujeres, realizar esta ceremonia es un compromiso con ellas mismas, que, sin embargo, no tiene ningún tipo de validez legal.

El primer caso se remonta a los 90 en Estados Unidos. Por su 40 cumpleaños, Linda Baker se dio el “sí, quiero” en 1993, en un bar de Santa Mónica. Lo hizo delante de siete damas de honor, su familia y 75 amigos. Desde entonces, esto se ha trasladado a países como Japón, India o España, entre otros.

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