El grupo ecologista Greenpeace ha recorrido las calles de Madrid con una cámara térmica para medir la temperatura que se alcanza el centro de la ciudad en plena ola de calor y ha demostrado -una vez más y en consonancia con diversos estudios- que las zonas arboladas rebajan la temperatura del ambiente.
Durante su paseo por la ciudad, el grupo ecologista llego a registrar hasta 63,5ºC en la Plaza Mayor, 54,8ºC en la Puerta del Sol o 65ºC en Callao el miércoles. Por el contrario, en los alrededores del Museo del Prado se midió una temperatura cercana a los 45ºC. A pocos metros, sin embargo, la cámara termográfica recogía temperaturas mucho más frescas, cercanas a los 27ºC, debido a los árboles y fuentes del Paseo del Prado.
Con los datos recogido por las cámaras termográficas, la entidad ha querido dejar constancia del calor extremo en la ciudad, para hacer un llamamiento ante la “necesidad imperiosa” de reverdecer ciudades como Madrid. La mitigación viene de la mano de la cobertura vegetal, “que puede disminuir la temperatura hasta 12ºC”
La presencia de arbolado maduro es una de las mejores medidas contra contra el calor extremo. Greenpeace también ha documentado el calor en la Plaza Santa Ana, donde un proyecto de reforma de un parking impulsado por el Ayuntamiento de Madrid amenaza con talar el 85% de sus árboles y que la organización señala como ejemplo de lo que no se debe hacer en materia de adaptación al cambio climático.
Greenpeace señala culpables
La organización señala entre los responsables del cambio climático a petroleras como Repsol, “que disparan sus beneficios cada año sin asumir su responsabilidad como aceleradores de los eventos climatológicos extremos”. “La mayor probabilidad y virulencia de las olas de calor ha sido provocada por las emisiones actuales e históricas de grandes contaminantes como Repsol. Pero, como si no fuese con ellas, las petroleras y gasistas, mantienen e incluso amplían sus negocios pese al calor, la sequía o las inundaciones que su actividad está ocasionando”, denuncian.
Reverdecer las ciudades contra el calor extremo
“Ante el aumento del número e intensidad de las olas de calor, es imprescindible que los municipios pongan en marcha planes con todas las medidas necesarias para transformarse en municipios mejor adaptados al cambio climático, resilientes y justos”, han alertado. Por ello, entre las medidas esenciales que destacan las evidencias científicas y que mencionan los ecologgistas se encuentra renaturalizar las ciudades. Las fotografías tomadas por Greenpeace evidencian la efectividad de la vegetación para reducir la temperatura en los entornos urbanos. Los estudios apuntan a que aumentar la cobertura verde puede disminuir la temperatura hasta 12 ºC.
“Estos datos muestran la necesidad de desarrollar políticas comprometidas y vinculantes de reducción de emisiones que pongan fin al uso de los combustibles fósiles causantes del cambio climático y eviten agravar las consecuencias de la crisis climática. Por otro lado, para los impactos que ya se están sufriendo y que se acentuarán en los próximos años, es urgente adaptar los municipios al calor para proteger la salud de las personas”, han señalado.