Prohibido beber alcohol: las ubicaciones en las que Sanidad quiere vetar el consumo para proteger a los menores

El anteproyecto de ley de menores y alcohol saldrá a consulta pública la próxima semana

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Imagen de archivo de un
Imagen de archivo de un camarero en un bar (Europa Press)

El Ministerio de Sanidad ha propuesto prohibir el consumo de alcohol en espacios donde se realicen actividades infantiles. Colegios, ferias y otros eventos no podrán ofertar estas bebidas cuando sus actividades vayan dirigidas a menores de edad. La medida forma parte del nuevo anteproyecto de ley de alcohol y menores, que saldrá a consulta la próxima semana. La norma busca alcanzar un “consumo cero″ entre los jóvenes, con metas claras como el retraso de la edad de inicio (actualmente 14 años) y la prevención de los efectos derivados del alcohol.

La futura normativa quiere dar respuesta al reciente repunte en el consumo de alcohol de los menores de edad, han expresado desde el Ministerio. La Encuesta Estatal Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES) reveló que más de la mitad de los jóvenes de 14 a 18 años habían bebido en el último mes y el 73,6% lo habían hecho en el último año. Existe además una percepción generalizada (93%) de que adquirir estas bebidas es fácil, pese a que la legislación actual prohíba la venta a menores de edad. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, ha insistido en que “el problema no es el hábito de consumo concreto” del menor, sino “principalmente del entorno y el contexto favorecedor de esos hábitos de consumo”.

Así, el anteproyecto de ley establece cinco ámbitos clave de actuación: el familiar, educativo, sociosanitario, urbanístico y la actuación de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Las medidas se enfocan principalmente en la prevención, concienciación y la modificación de conductas.

Prohibido beber en el polideportivo

Instalaciones deportiva del Gobierno de
Instalaciones deportiva del Gobierno de Aragón (Europa Press)

El proyecto de Sanidad establece prohibiciones al consumo, la exposición y la publicidad de bebidas alcohólicas sin atender a la graduación. La iniciativa, además, extiende los espacios en los que no se podrá consumir este tipo de sustancias.

Así, se veta el alcohol de todos los centros docentes: ni profesores ni padres podrán tomar una cerveza en colegios de educación infantil y primaria, institutos, centros de formación profesional y enseñanzas especiales. Tampoco se permitirá en los centros de protección de menores y residencias de estudiantes, siempre que estas admitan a personas menores de edad.

Sanidad propone además que el alcohol no pueda consumirse en centros deportivos cuando se organicen actividades o sesiones concebidas expresamente para menores de edad. Por tanto, los establecimientos que estén dentro de estos espacios no podrán vender bebidas alcohólicas durante entrenamientos o partidos de ligas infantiles, pero sí cuando se celebren eventos no exclusivos para niños o enfocados en adultos. Del mismo modo, los padres no podrán acceder a estos lugares con alcohol. Este mismo mecanismo se aplicará para espectáculos públicos y actividades de ocio

La venta ambulante de alcohol en la vía pública quedará prohibida cuando se haga sin licencia. Respecto a las máquinas expendedoras y otras formas de suministro automático de alcohol, se requerirá incorporar mecanismos de verificación de edad “con vigilancia y custodia directa” para impedir que los menores compren bebidas alcohólicas. Además, no podrán instalarse en la vía pública ni en otros lugares donde no se permita la venta o el consumo.

En los establecimientos de autoservicio, la exposición y acceso a las bebidas alcohólicas deberá limitarse a un espacio separado de los productos destinados específicamente a los jóvenes. Además, aquellos que se enfoquen especialmente en la venta de productos a menores de edad no podrán ofertar bebidas alcohólicas.

Ni nombres, ni logos: nada de publicidad a 200 metros de los colegios

Una terraza vacía, a 5
Una terraza vacía, a 5 de julio de 2024, en Badajoz, donde se promociona la cerveza Amstel en los servilleteros (Andrés Rodríguez / Europa Press)

El anteproyecto fija un perímetro de 200 metros de zonas frecuentadas por menores, como centros educativos, sanitarios, parques y otros lugares de ocio infantil, en la que no podrá entrar la publicidad de bebidas alcohólicas. Tampoco de sus versiones 0,0, que consideran “una promoción de la misma marca que está vendiendo la bebida alcohólica”.

La publicidad tendrá que retirarse de carteles, pantallas y marquesinas, pero también de aquellos bares y establecimientos que se encuentren en este perímetro. Los logos de marcas en toldos, sillas o servilleteros no estarán permitidos dentro de los 200 metros. Deberán desaparecer igualmente de aquellos entornos digitales dirigidos mayoritaria o principalmente a menores de edad, desde redes sociales hasta plataformas de descargas de videojuegos.

Los anuncios tampoco podrán usar la coletilla de “consumo moderado” o “consumo responsable”, al considerarse confusos y entender que “no hay ninguna evidencia” de que el consumo moderado de alcohol tenga “ningún tipo de efecto beneficioso para la salud”. “Es una falacia no soportada por ningún tipo de evidencia científica”, ha insistido Padilla. Las empresas no podrán utilizar para su imagen ni a personas menores de 21 años, por su semejanza a los adolescentes, ni a personajes “que puedan tener relevancia para este público, tanto de ficción como reales”.

Multas de hasta 600.000 euros

Respecto a los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Sanidad propone que se puedan realizar pruebas de alcoholemia en los “lugares y circunstancias” donde esté prohibido el consumo de alcohol.

La norma presentada por el ministerio prevé sanciones económicas, entre otras, que podrán alcanzar los 600.000 euros en los casos más graves, que podrían derivar en el cierre parcial o total de establecimientos, por un periodo de hasta cinco años. Entre las faltas graves se incluyen la compra de alcohol a menores por parte de adultos o la inducción a beber a personas menores de edad.

Las faltas leves, como el consumo de alcohol por parte de los menores o por adultos en los lugares vetados, tendrán multas de hasta 600 euros, que podrán ser suspendidas a cambio de la participación en programas preventivos de sensibilización y concienciación o rehabilitación, dependiendo del caso.

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