Algo ocurrió durante el partido que les dio la victoria a dúo español de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz. Además de la alegría de haber vencido a los neerlandeses Griekspoor y Koolhof y conseguir el pase al siguiente partido de los Juegos Olímpicos 2024, los españoles fueron sorprendidos por un espectador especial.
Aunque para sorpresa la de los que se encontraban viendo la retransmisión de RTVE desde sus casas, en el momento en el que las cámaras enfocaron las gradas y pudieron ver que Zinedine Zidane se encontraba entre los presentes. Lo que más ha ilusionado a los televidentes es que este llevaba una gorra del Real Madrid de su colección conjunta con Y-3. Algo que los más atentos y nostálgicos no han tardado en compartir en las redes sociales.
El argelino ya se dejaba ver en el acto de inauguración de los Juegos Olímpicos de París. De nuevo le pudimos ver junto al tenista mallorquín junto con el que protagonizó uno de los momentos más emotivos para los españoles. Fue un hermoso gesto el que tuvo la capital francesa de entregar la antorcha olímpica a Rafa Nadal, reconociendo así el gran valor de que ya ha ganado 14 veces el torneo de Roland Garros.
Lo sorprendente es que, después de este simbólico encuentro entre el que fue futbolista del Real Madrid y el tenista, Zidane asistiera al partido que le diese paso a cuartos de final a los dos españoles.
Fue un partido histórico en el que se notaba la emoción desde antes de su tardío comienzo. Había pocos huecos en las gradas y el ambiente estaba tenso por el resultado, aunque mereció la pena la espera y el calor asfixiante que se podía sentir en la capital francesa.
El éxito de Alcaraz y Nadal
Después de quedarse fuera de ganarotro oro individual y ser derrotado por Novak Djokovic en dos sets, la única esperanza que tenía Nadal para seguir avanzando en los Juegos Olímpicos de París era su doble con Carlos Alcaraz contra Griekspoor y Koolhof.
El partido que pudo disfrutar Zidane era uno de los más esperados de los espectadores y seguidores del tenis. Su fracaso en la fase individual no apagó las ganas del mallorquín de continuar en la pista. Ambos jugadores juntos daban la garantía de que iba a salir bien. La ausencia de nervios que se podía observar entre ellos los convertía en un dúo perfecto al que cualquier rival debía guardarle absoluto respeto.
Así fue como los españoles derrotaron a los neerlandeses pasando a cuartos de final de dobles con una puntuación de 6-4, 6-7 y 10-2, casi sin despeinarse. El calor sofocante de París no pudo agotar las energías de Nadal y Alcaraz para hacer frente a sus contrincantes de los Países Bajos.