La protección de la piel frente a los rayos del Sol es un hábito saludable cada vez más extendido en nuestra sociedad. De no ponernos crema ni cuando vamos a la playa, hemos pasado a no solo hacerlo, sino además también a utilizar estos mismos protectores u otros en nuestro día a día para favorecer el cuidado de la capa exterior de nuestro cuerpo.
Sin embargo, pese a que sabemos de sus beneficios, muchos de nosotros carecemos de la formación necesaria como para saber distinguir qué productos son mejores o peores para este propósito, y seguramente más de una vez hemos preguntado al encargado de la tienda o la farmacia para que nos explicaran cuál era mejor.
Con una idea similar, la farmacéutica Sandra Dubra lleva más de tres años con su cuenta de TikTok @farmatiks subiendo vídeos de difusión sobre algunos productos relacionados con la salud y la belleza, siempre abordándolo desde un punto de vista científico. Su proyecto no ha ido nada mal, puesto que desde que abrió el canal ha logrado superar los 280.000 seguidores y ha decidido abrir una tienda online para vender los productos que más confiables le resultan.
Leer los distintos símbolos que aparecen
Seguramente, en este nuevo dominio web pueden verse algunos protectores solares que, gracias a uno de sus vídeos recientes, podremos entender a partir de la etiqueta. “¿Cómo interpretamos la información que nos viene ahora en las cremas solares?”, pregunta al principio de esta nueva publicación.
“Lo primero que vemos cuando miramos cualquier crema es el factor de protección solar 20, 30, 50”, explica, haciendo referencia a los números en grande que aparecen en cualquier bote. “Este es el valor más conocido y es una medida de la protección frente a la radiación ultravioleta B, la que produce la quemadura y tiene una baja penetración en nuestra piel”. De algún modo, analiza, es como “el nivel de armadura: el número de veces que el fotoprotector multiplica la capacidad de defensa natural de nuestra piel frente al enrojecimiento previo a la quemadura”.
Sin embargo, la radiación ultravioleta B no es la única que nos llega cuando el Sol llega hasta nuestra piel. Está, sin ir más lejos, la ultravioleta A, cuya protección de las cremas solares “es mucho más difícil de ver en la comunicación externa de los envases”. “En primer lugar”, señala Sandra, “tenemos el circulito que pone UVA en el medio, que es la simbología europea oficial, que significa que lleva un tercio de la protección ultravioleta B, que es el factor de protección solar. Es decir, esto es como si en un examen te ponen apto o no apto”.
Pero, como bien explica la farmacéutica, este tercio puede no resultar suficiente: “Hay mucha diferencia entre sacar un cinco y sacar un diez y no hay una nomenclatura oficial que nos avale la Unión Europea que nos permita ver en las cremas si han cumplido simplemente el expediente o se han gastado los dineritos en filtros ultravioleta”.
Muchas empresas añaden información
Por este preciso motivo, “muchas marcas añaden una nomenclatura adicional que es este ‘PA++++’”. Un sistema que, como máximo, tiene cuatro ‘+’ “y nos indica cómo de reforzada está la protección ultravioleta por encima de lo obligatorio que es el circulito”. Además, otras marcas deciden también añadir información adicional sobre las otras tantas radiaciones que lograremos repeler utilizando sus cremas, “como el espectro visible azul o el infrarrojo”.
Por último, Sandra se detiene un momento a hablarnos sobre las cremas en las que se indica que el producto es muy resistente al agua. “Significa que aguanta dos baños de 20 minutos consecutivos”, traduce la farmacéutica, que se despide recordando que “todos estos valores están tomados usando la cantidad adecuada de producto”.