Qué pasa si tengo una pensión de incapacidad permanente y quiero hacer voluntariado

A diferencia de lo que se puede pensar, las personas con incapacidad permanente total pueden realizar ciertos trabajos

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Una mujer haciendo voluntariado. (MetroGRAS y Fundación Multipolar)
Una mujer haciendo voluntariado. (MetroGRAS y Fundación Multipolar)

La incapacidad permanente y la gran invalidez no impiden trabajar, pero existen reglas y límites claros que los beneficiarios deben respetar. Según explican desde Campmany Abogados, acudir a la Seguridad Social es crucial para evitar la pérdida de la pensión.

La incapacidad permanente total es un estado reconocido a personas que, como consecuencia de una enfermedad o lesión, no pueden desempeñar la profesión u oficio que realizaba con un mínimo de rendimiento, eficacia y profesionalidad. La prestación otorgada en estos casos equivale a una mensualidad del 100% de la base reguladora.

Por otro lado, la gran invalidez es un estado incluso más severo que la incapacidad absoluta. A quienes se les reconoce este grado no solo no pueden trabajar en cualquier actividad, sino que también requieren la ayuda de terceros para las actividades más básicas de la vida diaria, como alimentarse, vestirse y asearse. Este grado implica un complemento económico adicional a la presentación de la incapacidad absoluta.

Trabajos compatibles y límite salarial

A diferencia de lo que puede pensarse, las personas con incapacidad permanente pueden realizar ciertos trabajos. Es importante recordar que no existe un límite máximo de salario que no se pueda superar. La prestación por incapacidad permanente absoluta, al igual que la gran invalidez, se pueden percibir simultáneamente a cualquier salario, sin importar la cantidad.

En el caso del voluntariado, que es una actividad no remunerada, es totalmente compatible con la incapacidad permanente total. Asimismo, en el caso de los trabajadores autónomos, no hay restricciones en cuanto a la facturación que pueden realizar.

Sin embargo, si empiezas a trabajar mientras se tiene reconocida una incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, debes informar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Aunque no se necesita una autorización explícita para comenzar la actividad, es obligatorio notificarlo. En cualquier momento, el INSS podría convocar una revisión para evaluar nuevamente el estado de incapacidad.

Las 4 ayudas que no son compatibles con la pensión de incapacidad permanente.

En caso de que el INSS observe una posible recuperación o cambio significativo en la condición de la persona, se procederá a la mencionada revisión. Si se determina que el beneficiario puede volver a trabajar con normalidad, se podría suspender o revisar la pensión. Por tanto, es esencial presentar informes médicos y toda la documentación necesaria para acreditar la persistencia de la incapacidad.

Es importante subrayar que, aunque la compatibilidad entre trabajo e incapacidad permanente es posible, no siempre es sencillo determinar qué actividades laborales son compatibles con cada tipo de incapacidad. En particular, la incapacidad permanente total es incompatible con el desempeño del mismo puesto habitual en una empresa. Aquí es donde se debe tener un especial cuidado para elegir correctamente el tipo de trabajo, ya que esto también podría llevar a la pérdida de la pensión.

En conclusión, es posible trabajar con una pensión por incapacidad permanente, pero siempre dentro de los límites legales y notificando al INSS. Las oportunidades laborales que no afectan el estado de salud ni el cumplimiento de las normas de Seguridad Social están permitidas y pueden brindar una fuente adicional de ingresos. Sin embargo, es fundamental mantenerse informado y contar con asesoría adecuada para evitar la pérdida de beneficios y potenciales complicaciones legales.

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