El Consejo de Ministros ha aprobado este martes al anteproyecto de Alcohol y Menores con el objetivo de prevenir y reducir el consumo de bebidas alcohólicas de los más jóvenes, especialmente en las edades más tempranas. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha explicado tras la rueda de prensa posterior a la reunión que el Ministerio busca “avanzar” en materia de protección de la salud de los menores de edad y contribuir a un “cambio cultural” que modifique la percepción de riesgo de las bebidas alcohólicas.
A pesar de que la venta y el consumo está prohibido entre menores de 18 años, según los datos de la encuesta ‘ESTUDES’ del año 2023, el 75% de los adolescentes entre 14 y 18 años admitía que había consumido alcohol en los últimos doce meses. De hecho, en relación a los consumos intensivos, 42,1% de ellos admite haberse emborrachado y ese “atracón de alcohol” (‘binge drinking’) lo ha realizado el 28% en el último mes.
Los cinco ejes del plan
Desde Sanidad han centrado en plan en cinco ejes. El primero de ellos es plasmar en el ordenamiento jurídico las normas que regulan esta materia y armonizar la normativa vigente a nivel estatal en relación con el consumo de bebidas alcohólicas por menores y su venta, así como su comunicación comercial, publicitaria y de otro tipo.
En segundo lugar, se persigue mejorar la normativa vigente, que se ha mostrado “insuficiente” para abordar esta problemática, “incorporando la mirada de salud pública y de determinantes de la salud, con el fin de desarrollar una serie de políticas que permitan prevenir de forma eficaz el consumo de bebidas alcohólicas por las personas menores”, proclamó García.
En tercer lugar, el objetivo es implementar una serie de medidas de lo que se conoce como “prevención ambiental”, para proteger a las personas menores del consumo de bebidas alcohólicas.
En cuarto lugar, se busca incorporar herramientas que permitan abordar la prevención del consumo de alcohol desde el ámbito educativo y familiar, así como definir el papel de los sectores sanitarios y de servicios sociales, y las contribuciones de otros sectores.
El quinto objetivo pasa por promocionar los entornos saludables y favorecer las alternativas sociales y de ocio libres de bebidas alcohólicas, así como implicar a toda la sociedad en la prevención del consumo de bebidas alcohólicas por parte de los menores.