La noche de este martes será la primera de la doble lluvia de estrellas prevista para el final de este mes de julio. Un acontecimiento astronómico que, a pesar del calor, reunirá a muchos curiosos y aficionados con el fin de presenciar este tipo de eventos en zonas despejadas para contemplar el cielo nocturno.
El origen de la lluvia de estrellas
Este fenómeno es producido cuando un meteoroide -una partícula de materia- entra en la atmósfera terrestre y, debido a su colisión con las moléculas del aire, produce una luminosidad que permite apreciar, hasta desde 100 kilómetros de distancia, la vaporización del meteoroide, que acaba extinguiéndose debido a su pequeño tamaño. En algunas épocas del año, el ritmo de materia que entra en la atmósfera y viene de una región determinada del cielo es mayor que de costumbre, algo que se ha apodado “lluvia de estrellas” o “lluvia de meteoros”.
Durante el año, se producen varias y muchas de ellas son de carácter periódico, es decir que se repiten en cada curso, más o menos en fechas similares. Sin embargo, en ocasiones alguna ligera variación puede hacer que diferentes lluvias coincidan durante una o más noches en tiempo y espacio celeste, algo que se ha producido este verano con la confluencia de las llamadas Delta Acuáridas del Sur y la Alfa Capricornidas. Un hecho que aumenta exponencialmente la visibilidad de los meteoros.
Una grata casualidad
La primera es ya un clásico del calendario astronómico, puesto que durante cada año nos visita entre el 12 de julio y el 23 de agosto, alcanzando su pico máximo el 30 de julio. Por su parte, la segunda se puede ver desde el 3 de julio y seguirá presente el 15 de agosto, aunque al igual que con Delta Acuáridas del Sur, su visibilidad será más alta que nunca la noche del miércoles 31 de julio. Por eso, ambos días serán excelentes si se quiere disfrutar del acontecimiento.
Pero por si fuera poco, otro elemento contribuirá a que se pueda apreciar aún más el fenómeno. El pico de actividad se va a dar tres días después del cuarto menguante, lo que quiere decir que la luz de la Luna no estará demasiado presente, el cielo estará más oscuro y el contraste con el efecto lumínico de los meteoros será mayor.
Desde dónde se podrá ver mejor la doble lluvia
Desde el Hemisferio Sur es desde donde se podrá ver con mayor claridad, aunque también en la mitad norte del planeta podremos disfrutar del evento. Por ello, es importante encontrar un lugar lo más oscuro posible, sin obstáculos ni contaminación lumínica que pueda reducir la visibilidad. A partir de medianoche, el Sol ya habrá desaparecido del todo.
Además, es importante fijar la vista en dirección opuesta a la Luna, de nuevo para evitar la luz. Para ello, los observadores pueden tumbarse y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad. Las posibilidades de presenciar algo son muy grandes, puesto que las Acuáridas, por ejemplo, se pueden presenciar en cualquier parte del cielo.