Arianna Aragón, nueva camarera de ‘First Dates Hotel’: “Lo importante es entender a las parejas, empatizar con ellos”

First Dates Hotel comenzó sus andadas el pasado martes 23 de julio. En este nuevo proyecto, Mediaset ofrece la oportunidad a nuevos solteros de conocer en un entorno idílico a sus posibles parejas. Desde el restaurante hasta la piscina, pasando por las habitaciones, First Dates pone a disposición de sus pretendientes un romántico hotel de la Costa Mediterránea.

Para esta nueva entrega del programa de citas, descubrimos nuevos rostros, como Arianna Aragón. Hija de Rody Aragón y Patricia Santamaría, e hijastra de Carlos Sobera, volverá a unirse al presentador en televisión; y en esta ocasión, se unirá al equipo de camareros junto a Rocío de Porres ‘Rolita’ y Adrián Pedraja. Además, Lydia Torrent regresa al dating show después de su baja por maternidad. Para conocer más sobre Arianna Aragón, INFOBAE España tuvo la oportunidad de hablar con ella:

- Pregunta: Procedes de una familia de artistas. ¿Cómo ha influido esto a la hora de elegir tu profesión? ¿Siempre lo has tenido claro?.

- Respuesta: Pues mira, yo de pequeñita sí, porque viajaba mucho con mi padre. Él estaba de gira con el circo e iba mucho a verlo, entonces yo quería ser artista. Así que ensayaba y lo intentaba, pero todo el rato me decían que no, que yo tenía que ir al colegio. Y así me tiré unos años. Y cuando ya fui creciendo, es verdad que tuve una época de desconexión completa con este mundo. Mi entorno quería que yo estudiara una carrera y eso me influyó bastante. Pero cuando decido estudiar Derecho, me arrepentí al año. Y es verdad que la he terminado, que me ha costado lo mío, porque no me gustaba, no me sentía identificada y veía que no iba a ningún lado. Al final siempre he estado muy conectada, pero es verdad que tuve esa época de desconexión. Pero lo he vivido desde pequeña, toda la vida.

- Y dentro del mundo del espectáculo, ¿por qué has elegido la televisión?

- Pensé en qué me gustaría hacer y decidí que quería dedicarme a la interpretación, pero yo misma me ponía muchas barreras. Porque siempre he sido una niña muy tímida y muy insegura de hablar en público. Era una cosa que veía incapaz de llegar a ser, incluso en la carrera me pasaba cuando tenía que hacer una presentación. Entonces yo decía: “Esto no va conmigo”. Hasta que tomé la decisión de apuntarme a una escuela y creo que es lo mejor que he hecho en la vida. Porque me ayudó mucho a ver todos los problemas que yo tenía y descubrí que era mi sitio. Y hasta el día de hoy. Me cambió la vida y estoy muy contenta, la verdad.

- Vuelves a compartir plató con Carlos Sobera, ¿cómo es trabajar con un familiar tan cercano?

- En el trabajo no somos familia, somos compañeros. Y la verdad es que me ha ayudado mucho, aunque en esta ocasión no he compartido escenario con él porque yo he estado tanto dentro como fuera de las cámaras. Con el staff y los compañeros, nos juntábamos mucho entre todos. Pero es verdad que es un honor porque al final le ves trabajar y es muy generoso siempre. Comparte contigo el momento, eso influye mucho y te deja mucha libertad. Y además, es una persona que maneja muy bien la improvisación y es muy rápido, entonces es muy divertido.

- Él lleva varios años alejado del mundo de la actuación, y ha decidido centrarse en la televisión y presentación de programas, ¿es una pasión que te ha inculcado a ti?

- La verdad es que si lo ves desde fuera parece que estoy siguiendo sus pasos, pero ha salido sin querer. Es verdad que él estudió Derecho, y de repente yo también. Cuando yo transmití esto en casa me costó mucho porque ellos no tenían ni idea y yo era una persona bastante insegura, y pensaba que ellos me iban a decir que no. Pero él sabe que la interpretación es lo que me gusta y donde quiero ir enfocada. Yo hago este casting porque creo que debo de hacer muchas cosas y coger otras como entrenamiento. Y me lo planteé mucho porque siento que tal vez me desvía un poco de mi objetivo. Pero hablando con mis compañeros actores, que llevan toda la vida, me dijeron: “No, ahora mismo tienes que hacer de todo porque tienes que coger experiencia”. Y es verdad, a parte de que es una de las mejores experiencias que he tenido, ha sido super bonito y he aprendido mucho.

- First Dates es un programa que integra y también defiende mucho la diversidad. Ahora que nos encontramos en el mes del Orgullo, ¿es un sentimiento que también se tiene desde dentro de la producción?

- La verdad que sí. Y además, yo que he visto cómo trabaja el equipo, te puedo decir que desde el técnico de sonido, hasta las cámaras, y la dirección estaban involucrados. Yo estaba alucinando con la implicación por defender las historias de la gente. Te emocionas por las situaciones que han pasado y creo que es muy importante dar visibilidad. Y que la gente lo vea y entienda, porque hoy en día seguimos sufriendo muchos problemas con estos temas. Creo que es muy importante y de verdad pienso que la gente se va a emocionar viendo el programa.

- El formato suele renovarse de cara al verano, y en esta ocasión os vemos en un hotel. ¿Qué va a ofrecer este nuevo programa al público?

- Aquí los concursantes pueden disfrutar de todas las instalaciones del hotel. Pasan por la piscina, el bar, la casa, el restaurante; y luego, tienen la opción de entrar a las habitaciones. Ofrecen mucha más variedad de escenarios y pasan mucho más tiempo juntos.

- ¿Qué papel tomas dentro del proyecto? ¿Dónde podremos verte?

- Yo ejerzo de camarera y me vais a encontrar en el restaurante y la cocina.

- ¿Y fue fácil meterte en el papel? ¿Cómo fue la experiencia?

- Yo llegué un poco nerviosa al principio. Soy una persona súper torpe y pensé: “Dios mío, verás que lo tiro todo delante de 70 cámaras. O no se qué decirle a algún concursante y me voy a paralizar”. Yo estaba súper nerviosa pensando que todo iba a salir mal. Pero ha sido increíble la conexión que teníamos entre todos. Y además las parejas han sido un gusto. Creo que aquí también lo importante es entenderlas, empatizar con ellos. Conducirlos con confianza y que estén tranquilos, porque mucha gente venía nerviosa. Es normal, no saben quién les vas a presentar, pero es bonito y un regalo. Aprendes mucho de la gente y te cuentan historias que nunca habrías escuchado. Se vive mucho más diferente desde dentro del programa. El ver cómo las parejas encuentran el amor a lo que vemos de verdad desde casa.

- Al final cada persona es diferente, ¿cómo es tratar con perfiles tan diferentes?

- Estas en un entorno muy acogedor y al empatizar con ellos se van soltando, y es como si tuvieses una conversación con cualquier persona. Te sorprende que haya gente tan diferente, pero a la vez tan bonita. Me encanta conocer a a todo tipo de personas porque todas te aportan. Todo el mundo tiene algo y aprendes mucho de la vida y de las personas.