Por qué hay adelfas en las autovías: beneficios y desventajas de esta planta que te protege en la carretera

La frondosidad de esta planta puede ayudar a frenar los impactos en posibles accidentes, pero también a provocarlos

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Foto de archivo de una
Foto de archivo de una Adelfa. (Europa Press)

Las adelfas son un arbusto de origen mediterráneo que crece de forma natural en ramblas y orillas de ríos. Se cultiva desde hace varios milenios, ya en la época del Imperio Romano. Desde entonces, se ha utilizado sobre todo como elemento ornamental en jardines o paseos, aprovechando su capacidad de adaptación a ambientes poco fértiles y secos. Su elemento más característico es su flor, de un color rosáceo muy llamativo y que, al mismo tiempo, puede ser muy tóxica tanto con la ingesta como con el contacto.

Sin embargo, desde hace ya varios años las adelfas también se están viendo en otro contexto opuesto al de los jardines: el de las carreteras españolas. Y es que se ha convertido en algo muy habitual encontrarse con este arbusto en la mediana -la zona central que separa dos recorridos en sentido contrario- de muchas vías de circulación, en especial en autopistas y autovías.

Una medida para favorecer la circulación

La presencia de las adelfas en este tipo de carreteras, no obstante, no es decorativa ni mucho menos aleatoria. Al contrario, como el resto de elementos que encontramos en estos tramos, su disposición ha sido resuelta con el fin de facilitar la circulación a los usuarios. Así, se considera que los rasgos de este vegetal ofrecen una serie de ventajas a los conductores de los vehículos.

En primer lugar, este arbusto se caracteriza por un elevado nivel de frondosidad y de ramaje, lo cual permite separar los carriles en uno y otro sentido para minimizar el riesgo de chocar frontalmente con los vehículos en dirección contraria. Además, si resultara que uno de ellos se saliera de la vía, esta plantación podría amortiguar el impacto e impedir que llegara a los carriles del otro lado, o por lo menos, absorber parte de la energía cinética para que el golpe no fuera tan violento.

Estas mismas características son las que evitan que la luz de los faros llegue también al otro lado, algo muy útil para evitar deslumbramientos en horas nocturnas, que podrían ocasionar también diferentes incidentes. Además, también producen un efecto reductor sobre el ruido del tráfico, al obstaculizar el paso de las ondas de sonido.

La necesidad de planificar bien su colocación

A pesar de todos estos beneficios, es también importante analizar bien en qué tramos la plantación de las adelfas puede ser ventajosa y, al mismo tiempo, no suponer otro riesgo extra para los conductores. Esto es así porque estas plantas también tienen algunas desventajas que hay que tener en cuenta.

La tupidez de este arbusto puede provocar el llamado efecto túnel. Este es definido por la Dirección General de Tráfico como el “estrechamiento paulatino del campo de visión que sufre un conductor a medida que aumenta la velocidad de su vehículo”. Esto reduce la percepción de los conductores y puede provocar que reaccionen con más lentitud o menos precisión ante, por ejemplo, la aparición de un animal en la carretera.

Del mismo modo, su crecimiento podría invadir una parte de la carretera y, con sus ramas, provocar daños en los vehículos en circulación, del mismo modo que las raíces también podrían causar perjuicios en la carretera, creando badenes en los arcenes. Por último, también es necesario considerar que las adelfas son muy tóxicas, por lo que habría que evitar dejarlas en zonas en las que fuera posible el contacto con niños y animales.

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