Laura Madrueño se ha convertido en una de las principales caras del entretenimiento en nuestro país. Desde que tomó las riendas de Supervivientes el pasado año de las manos de Lara Álvarez, la madrileña pasó a ser la copresentadora desde Honduras del reality de Telecinco. Sin embargo, a pesar de los nervios de su primera edición, este año se ha enfrentado a un mayor reto: pasar cinco meses en Cayos Cochinos.
Esta temporada, Mediaset ha apostado por ofrecer a la audiencia no solo una nueva edición de Supervivientes, sino que también han reunido a los mejores de nuestro país para un concurso All Stars. Esto ha provocado que la presentadora pasara cinco meses fuera de casa, y tras cerrar una nueva temporada en Honduras, no ha podido evitar emocionarse al despedirse de todos sus compañeros.
La gran final de Supervivientes All Stars ha cerrado con la victoria de Marta Peñate llevándose a España un premio de 50.000 euros. Al ver que finalizaba su andada por Cayos Cochinos, la presentadora quiso agradecer a la audiencia: “Gracias a todos los que nos habéis acompañado al otro lado, siguiendo cada directo, cada gala, en las que esperamos, de corazón, haberos emocionado, hecho reír y llorar, gracias por haber compartido con nosotros este trabajo que tanto amamos”. Y prosiguió con unas palabras dirigidas a sus compañeros: “Y mi agradecimiento es para las 200 personas que hace más de cinco meses dejaron sus vidas a más de 9.000 kilómetros de aquí para hacer algo irrepetible: magia”.
Su voz empezó a cortarse cada vez más y para su siguiente frase no pudo evitar las lágrimas: “La magia de Supervivientes. En este lugar he aprendido que la vida puede ser mucho más gracias a todos vosotros. Cada día que hemos pasado trabajado juntos he seguido admirando el trabajo impecable que hacéis para que el mejor programa de la televisión se haga realidad. Gracias a todos por formar parte de este viaje, de una aventura que de nuevo me ha hecho vibrar cada día y que me hace sentir junto a vosotros una auténtica privilegiada”.
“Gracias a todos por el esfuerzo incansable día tras día, por convertirnos en esta gran familia que solo tenemos aquí, en nuestras Honduras, y gracias por dar sentido a todo esto, al programa más difícil de la televisión y a la experiencia más dura, más complicada y a la vez, más feliz de nuestras vidas”, continuó la joven, mientras que las lágrimas corrían por su rostro.
“Supervivientes sois todos y cada uno de vosotros, y ahora sí compañeros, apagamos la Palapa porque volvemos a casa”, concluyó la madrileña en una gala final que por primera vez ha cerrado el capítulo en Honduras. Desde España, Jorge Javier Vázquez también se emocionó y, mientras el plató aplaudía al equipo que se encuentra en Centroamérica, también quiso agradecer el duro trabajo de más de cinco meses de sus compañeros de programa.
Además, hace unas horas, la presentadora compartía en su cuenta de Instagram un video de los últimos momentos del concurso en la playa de Honduras. Se pueden apreciar las siglas del programa tiradas en la arena con un precioso atardecer en la playa del Caribe de fondo, acompañadas de la canción The End del grupo The Doors.
La gran victoria de Marta Peñate
El concurso de la canaria no ha sido nada fácil. Desde intensos encontronazos con Sofía Suescun, que se han transportado a España de la mano de sus parejas en plató, hasta “la traición” de Alejandro Nieto, Marta Peñate cierra una etapa que tiene muy cara que no se volverá a abrir. La superviviente se enfrentaba con otros tres finalistas que sí que habían levantado previamente que codiciado premio del programa, y ahora, después de quedar segunda en 2022, también se hace con el gran cheque de Mediaset.
La exconcursante de La Isla de las Tentaciones, comenzó sus andaduras en Televisión al entrar a la casa más famosa de la pequeña pantalla: Gran Hermano, y desde entonces ha acumulado ocho realities en Mediaset; sin embargo, no había ganado ninguno hasta ahora. “¡He ganado mi primer reality después de ocho! Dios mío, esto va para los que me habéis votado”, comentó muy eufórica Peñate. Pero esta victoria no la ha animado, todo lo contrario, sino que ha asegurado a la audiencia que este sería su último concurso en la cadena.
Abrazada a su novio Tony Spina, le ha confesado que no puede vivir sin él: “No voy a volver a hacer ningún reality nunca más, este es mi último reality y no me voy a separar de ti en la vida porque separarme de ti es lo peor que me puede pasar, me desequilibro, te necesito”. La ganadora también ha confesado que el premio irá destinado a la lucha que está batallando con su pareja. Ambos llevan varios años tras el deseo de ser padres, y después de este descanso mental y físico en Honduras, volverán a comenzar con los tratamientos para conseguir lo que más desean.