El capitán del Argos Georgia, el pesquero naufragado en Malvinas, de alta y en casa con su familia

El capitán del Argos Georgia, el pesquero que naufragó la semana pasada frente a las costas de Malvinas, ya se encuentra en casa, con su familia; mientras que el primer oficial continúa ingresado, en observación.

Así lo ha confirmado el portavoz de las familias de los supervivientes, José Manuel Pena, que ha señalado que ahora lo más urgente es lo psicológico.

El capitán y el primer oficial son dos de los supervivientes que volaron desde Malvinas en el Airbus A330 del 45 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire y del Espacio fletado por el Gobierno para repatriar a los tripulantes del pesquero Argos Georgia.

La aeronave aterrizó en el Aeródromo Militar de Santiago al filo de las 13.00 horas. Allí desembarcaron cuatro de los marineros españoles supervivientes, los gallegos. A continuación, la aeronave aterrizó en la Base Aérea de Torrejón en Madrid poco antes de las 16.00 horas, con el resto de supervivientes del naufragio a bordo.

En cambio, los cuerpos de los dos españoles fallecidos, César Acevedo, vecino de Vigo y patrón de pesca del barco, y Santiago Leyenda, de Baiona (Pontevedra) y cocinero principal de la embarcación, serán trasladados a Oxfordshire, en Inglaterra, para las autopsias, cumpliendo con los protocolos exigidos por las autoridades británicas.

Al llegar a Santiago, tanto el capitán como el primer oficial fueron trasladados al hospital compostelano para que se les practicase un examen médico. El capitán fue dado de alta ya por la tarde, pero el primer oficial ha quedado ingresado en observación.

Lo complicado ahora serán las secuelas psicológicas, ha apuntado el portavoz. Así, el capitán, “débil”, continúa “en shock” y “psicológicamente destruido”.

El hundimiento se ha cobrado la vida de al menos nueve personas de la tripulación, entre ellos dos gallegos: César Acevedo, vecino de Vigo y patrón de pesca del barco, y Santiago Leyenda, de Baiona (Pontevedra) y cocinero principal de la embarcación. Entre los tripulantes españoles hay, además, dos desaparecidos, naturales de las localidades de Ribeira y Noia, en A Coruña, y seis supervivientes: cuatro gallegos (tres de Ribeira y uno de Pontevedra), uno de Barcelona y uno de Albacete. La tripulación del palangrero estaba compuesta por 27 personas, diez españoles, ocho rusos, cinco indonesios, dos uruguayos y dos peruanos, de los que catorce han sobrevivido y cuatro permanecen desaparecidas.

Tras conocerse el siniestro, el Gobierno de las islas estableció comunicaciones con las administraciones de otros puntos cercanos, como las islas de Georgia del Sur y Sandwich del Sur, además de con el cuartel general de las Fuerzas Británicas y la Agencia Marítima y de Guardacostas del Reino Unido. También se informó a la compañía a la que pertenecía el buque pesquero, mientras varios medios aéreos y marinos fueron enviados para el rescate.

De acuerdo a lo que se sabe hasta el momento, tras una fuerte tormenta el pesquero sufrió una rotura a través de la que comenzó a entrar agua en el interior del barco. Pasada la medianoche, la tripulación vio que la situación estaba yendo cada vez a peor por el intenso oleaje y unas difíciles condiciones marítimas, por lo que decidieron abandonar el buque y subirse a las lanchas salvavidas.

En cuanto a los cuatro desaparecidos en el mar, se mantiene el operativo de búsqueda y rescate con un buque, un pesquero y un avión.

De ellos, dos son gallegos: Juan Antonio García Rey, ‘Pichón’, relevo de máquinas, de Ribeira (A Coruña) y Antonio Barreiro, de Noia (A Coruña).