El subsidio por desempleo para mayores de 52 años es una ayuda crucial para aquellas personas que se encuentran sin empleo y han agotado otras prestaciones. Este subsidio, gestionado por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), está diseñado para proporcionar apoyo financiero a quienes enfrentan dificultades para reincorporarse al mercado laboral en una etapa avanzada de su vida profesional.
Los requisitos para acceder a él son: estar desempleado -las personas con contratos fijos discontinuos solo podrán acceder al subsidio si su situación de desempleo se produjo después del 2 de marzo de 2022-, tener 52 años o más, haber agotado la prestación contributiva o el subsidio por desempleo, ser emigrante retornado sin derecho a prestación contributiva, haber sido liberado de prisión sin derecho a prestación o estar en una situación legal de desempleo con cotizaciones insuficientes para acceder a la prestación contributiva. Además, aquellos que no cumplieron los 52 años al momento de quedar en alguna de estas situaciones, pero han permanecido inscritos como demandantes de empleo, podrán solicitar el subsidio al cumplir esa edad, siempre que no hayan sido beneficiarios de la protección por cese de actividad o de la prestación por desempleo para eventuales agrarios.
¿Y qué sucede si se cumplen los 52 años mientras se está recibiendo otra ayuda, pero se quiere solicitar esta? La respuesta es sencilla: si cuando cumplas esa edad, estás percibiendo cualquier otro subsidio, este quedará extinguido y se sustituirá por el subsidio para mayores de 52 años.
Ayudas compatibles con el subsidio para mayores de 52 años
Sin embargo, en realidad no es tan sencillo: hay algunos ingresos que sí son compatibles con el subsidio para mayores de 52 años. Uno de ellos es el Ingreso Mínimo Vital (IMV), otra es una prestación gestionada por la Seguridad Social que tiene como objetivo garantizar un nivel mínimo de ingresos a las personas o familias en situación de vulnerabilidad económica. Este ingreso puede ser percibido junto con el subsidio para mayores de 52 años, siempre y cuando los ingresos totales no superen el límite establecido.
Lo mismo sucede con la Renta Mínima de Inserción (RMI), también conocida como salario social. A diferencia del IMV, esta ayuda está gestionada por las comunidades autónomas y sus requisitos y cuantías varían según la región. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, la RMI puede estar entre 469,93 euros y 965 euros al mes, según las circunstancias del solicitante, mientras que en Andalucía la cantidad puede ir desde 533,52 euros al mes para una persona sola hasta 1.173 euros para familias de cinco o más miembros. Esta prestación también se puede combinar con el subsidio para mayores de 52 años, siempre que los ingresos totales no superen el límite de rentas establecido por el SEPE.
¿Y cuáles son esos límites? Para poder percibir estas ayudas junto con el subsidio, es fundamental que los ingresos totales del beneficiario no superen el 75 % del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), actualmente fijado en 1.134 euros al mes distribuidos en 14 pagas. Este requisito debe ser comprobado anualmente a través de la Declaración de Renta y otras comprobaciones pertinentes por parte del SEPE y las autoridades competentes.