¿Se puede ser policía si se tienen tatuajes? Esto dice la norma

Aquellos que estén sopesando la posibilidad de presentarse a unas oposiciones de policía o guardia civil, o si ya las están estudiando, es posible que, si tienes algún tatuaje, te hayas planteado si los mismos son motivo de exclusión o si existe alguna parte del cuerpo donde no se puede tener tatuajes para ser miembro de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La respuesta a la pregunta de si los tatuajes suponen un motivo de exclusión es que no por sí solos.

Un tatuaje, sea o no visible, no supone un motivo de exclusión para entrar en la fuerza, ya que hay personas que obtienen plaza por más que tengan todo tipo de tatuajes. La clave está en la explicación que se dé en la entrevista sobre su diseño: no es lo mismo una persona que tenga un clavel en el hombro que el Águila Imperial de la bandera franquista en el antebrazo.

En la entrevista personal se indaga el significado del tatuaje, qué implica y cuáles han sido los motivos. Las limitaciones de los tatuajes en la Policía Nacional están más relacionadas con cuestiones ideológicas que con criterios estéticos. Entre otras, es posible que te hagan preguntas como: ¿Por qué llevas ese tatuaje? ¿Por qué te lo hiciste? ¿Qué significa para ti el tatuaje que llevas? ¿Qué quieres transmitir con tu tatuaje? ¿Alguna vez has visto a un agente de la ley con tatuajes? ¿Crees que los policías deben llevar tatuajes? Por esta razón, es recomendable llevar las respuestas preparadas a estas preguntas y otras parecidas.

Desde hace un tiempo a esta parte, el Ministerio del Interior autoriza que los tatuajes sean visibles vistiendo el uniforme, siempre que no contengan expresiones contrarias a los valores constitucionales, que atenten contra la disciplina o la imagen del Instituto Armado. De esta manera, la normativa establece claramente que se permiten los tatuajes “tanto los que sean visibles como los que no sean visibles (permanentes o temporales) salvo que contengan expresiones o imágenes contrarias a los valores constitucionales, autoridades o virtudes militares que puedan atentar contra la disciplina o la imagen de la Guardia Civil en cualquiera de sus formas, o cualesquiera otros contenidos vedados por la ley”.

Además, el mismo decreto hace referencia a la prohibición de argollas, espigas, inserciones, automutilaciones, pegatinas, dilataciones y similares, así como los implantes subcutáneos y perforaciones distintas a las destinadas para el uso de pendientes, cuando sean visibles al vestir las prendas comunes para el personal masculino y femenino del uniforme de la Guardia Civil en sus diferentes tipos y modalidades de uso general de acuerdo a la normativa que lo regula.

En el caso de los tatuajes en la Policía Local, depende del órgano municipal convocante, puesto que de un organismo a otro pueden establecerse diferencias en los requisitos de acceso. En este caso es recomendable, e importante, leer bien las bases de las oposiciones. Lo más probable es que no pongan impedimentos si el tatuaje no es ofensivo ni va contra los valores constitucionales. Como ejemplo, en la Policía Local de Tenerife tienen uno de los reglamentos más estrictos prohibiendo los tatuajes visibles, piercings y barbas de más de dos centímetros.

Para acceder a la Guardia Urbana los tatuajes se revisarán durante la comprobación de las causas de exclusión médica. Será motivo de exclusión el tener tatuajes que sean contrarios a los principios, valores y competencias establecidos en el Código de Ética de la Policía de Cataluña. La comprobación de tatuajes implica el consentimiento de las personas participantes para que se les hagan fotografías para su evaluación por el Tribunal.

Que un tatuaje sea contrario a los valores institucionales significa que tiene frases o motivos homófobos, racistas, sexistas, ofensivos, políticos o violentos. Si te quieres presentar a unas oposiciones en las que no está permitido llevar tatuajes puedes estar pensando en eliminarlos a través de láser. En estos casos lo recomendable es comenzar con tiempo ya que se suele necesitar varias sesiones dependiendo del tamaño del tatuaje, su antigüedad o la piel.