Ya son nueve los fallecidos en el naufragio del pesquero Argos Georgia, ocurrido el pasado martes a 170 millas al este del puerto de Puerto Argentino (también conocido como Stanley), en las Islas Malvinas. En la embarcación iban hasta 27 personas: diez españoles, ocho rusos, cinco indonesios, dos uruguayos y dos peruanos. De ellos, catorce han sobrevivido y cuatro permanecen desaparecidas.
Después de una intensa tormenta, el pesquero sufrió una ruptura que provocó la entrada de agua en el interior. Cerca de la medianoche, la tripulación se percató de que la situación empeoraba debido al fuerte oleaje y las adversas condiciones marítimas, tomando la decisión de abandonar el barco y abordar las lanchas.
Entre los españoles a bordo se encontraban el capitán del barco, el patrón de pesca, el cocinero, dos observadores oceanográficos y dos operarios de máquinas. Dos de ellos han fallecido: César Acevedo, de Vigo y patrón de pesca, y Santiago Leyenda, de Baiona (Pontevedra) y cocinero principal. Además, entre los tripulantes españoles hay dos desaparecidos originarios de las localidades de Ribeira y Noia, en A Coruña, mientras que otros seis españoles han sobrevivido: cuatro gallegos (tres de Ribeira y uno de Pontevedra), uno de Barcelona y uno de Albacete. Pero ¿Qué hacían en las Malvinas?
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La pesca del calamar, el negocio redondo de Reino Unido
En 2022, España y Reino Unido llegaron a un acuerdo que permitía a los buques españoles, especialmente gallegos, pescar en las aguas de las Islas Malvinas durante los siguientes 25 años. Esta negociación abrió un espacio significativo para la pesca de calamar Loligo (popularmente conocido como patagónico) en una extensa zona del Atlántico Sur bajo jurisdicción británica.
Para poder acceder a estos animales, Reino Unido emite licencias de pesca en la región, a menudo sin un control riguroso, algo que los argentinos han denunciado durante décadas, ya que consideran en el caladero alrededor de las islas se captura el doble de lo recomendable según prácticas de pesca sostenible, llevando a un agotamiento crítico del caladero.
En lugar de solucionar esta problemática, Reino Unido aumentó el número de licencias de pesca y su precio, tras eliminar el arancel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para la pesca en esas áreas. Ese mismo año, autorizó la entrada a Europa de una cuota anual de 75.000 toneladas de calamar Loligo.
La pesca de calamar es fundamental para la industria pesquera europea, ya que aproximadamente el 20% del calamar consumido en Europa proviene de las aguas Malvinas. Estos productos llegan a los mercados europeos principalmente a través de puertos españoles, consolidando a España como un punto clave en la cadena de suministro de calamar fresco y congelado en el continente.
El Argos Georgia, buque protagonista de la reciente tragedia y gestionado por la firma británico-noruega Argos Froyanes, era uno de los navíos dedicados a la captura de calamar en esta región. Construido en 2018, este barco formaba parte de la flota que opera bajo el acuerdo establecido entre ambos países, reflejando la significativa interdependencia en el sector pesquero entre España y Reino Unido.