Cuánto cuesta hacer un testamento en Aragón: la comunidad en la que se puede dejar todo a un solo hijo

La redacción de un testamento constituye un paso fundamental para asignar los bienes de una persona tras su fallecimiento. Existen diferentes modalidades de testamentos, cada una con sus propias características y costos asociados.

El testamento notarial abierto, uno de los más comunes, se elabora con la intervención de un notario que verifica la identidad y capacidad del testador. Este documento se registra en el Registro de Últimas Voluntades del Ministerio de Justicia, garantizando su validez y facilitando el proceso para los herederos.

Otra alternativa es el testamento ológrafo, que debe ser escrito y firmado a mano por el testador. Aunque inicialmente puede resultar más económico, su autenticación posterior puede implicar retrasos y costos adicionales. Es crucial almacenar este documento en un lugar seguro para conservar su validez.

El testamento cerrado ofrece al testador la posibilidad de mantener en secreto sus deseos hasta el momento de su fallecimiento. Este tipo de testamento es redactado y sellado en un sobre, y también requiere la intervención de un notario para ser válido. Combina confidencialidad y seguridad.

Finalmente, existe el testamento ante testigos, verbalizado ante testigos en situaciones excepcionales como conflictos bélicos. La validez de este documento cesa si el testador supera las condiciones extremas que lo motivaron.

Sin embargo, en Aragón, al tener una ley propia de sucesiones, existe una modalidad más: el testamento mancomunado. Este documento da la posibilidad a los aragoneses, sean o no cónyuges o familiares, de otorgar conjuntamente su testamento ante un notario. Esta práctica incluye la disposición tanto de bienes comunes como de propiedades individuales de cada uno de los otorgantes.

El testamento mancomunado es frecuentemente utilizado para el nombramiento recíproco de herederos, especialmente entre esposos, lo cual respeta los derechos legítimos de los hijos. Al igual que otros tipos de testamentos, el mancomunado puede ser revocado mediante un nuevo testamento, excepto en el caso de cláusulas mutuamente condicionadas, que solo pueden ser anuladas con el consentimiento de ambas partes otorgantes. Estas cláusulas, sin embargo, se consideran ineficaces en casos de nulidad, separación o divorcio, a menos que se indique lo contrario.

Esta no es la única particularidad de esta Comunidad Autónoma, ya que también cambia la disposición de la herencia. La legítima aragonesa se constituye sobre la mitad del caudal hereditario del fallecido y la otra mitad es de libre disposición, una diferencia con lo previsto en el Código Civil que reserva dos tercios del total del patrimonio para los herederos forzosos.

Esto supone una mayor libertad para el testador a la hora de repartir su herencia, pero, además, se le atribuye la facultad de entregarla a un solo heredero legitimario, o bien repartirla proporcionalmente entre todos ellos. Sin embargo, existen límites a la libre disposición, ya que no se puede perjudicar la parte proporcional que corresponda a cada legitimario.

El coste de redactar un testamento en España se sitúa entre 40 y 80 euros. Estos montos apenas presentan variaciones significativas debido a que los notarios trabajan con tarifas reguladas por la ley, lo cual asegura una uniformidad en los precios accesible para todos los ciudadanos.

Las tarifas estipuladas por ley establecen un rango que abarca las diversas modalidades de testamentos y las particularidades de cada caso. Sin embargo, las variaciones entre notarios son mínimas, alineándose todos ellos a las directrices legales vigentes.

En el caso concreto de Asturias, el precio oscila entre los 38 y 50 euros. Esto significa, que aunque el coste pueda ascender hasta los 50 euros, el mínimo está por debajo de la media nacional, siendo una de las comunidades donde menos cuesta.