Alvise pide unirse al grupo de extrema derecha liderado por Meloni en el Parlamento Europeo

Los Conservadores y Reformistas Europeos valorarán la entrada en septiembre, después de verse debilitados tras la salida de los seis representantes de Vox, que acabaron integrándose en el grupo de Orban y Le Pen

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El eurodiputado Alvise Pérez Fernández (centro) a su llegada al acto de acatamiento a la Constitución de los candidatos proclamados electos tras las elecciones al Parlamento Europeo, en el Congreso de los Diputados, a 1 de julio de 2024, en Madrid. (Eduardo Parra/Europa Press)
El eurodiputado Alvise Pérez Fernández (centro) a su llegada al acto de acatamiento a la Constitución de los candidatos proclamados electos tras las elecciones al Parlamento Europeo, en el Congreso de los Diputados, a 1 de julio de 2024, en Madrid. (Eduardo Parra/Europa Press)

Los tres eurodiputados de la formación Se Acabó la Fiesta ―Alvise Pérez, Diego Solier y Nora Junco― han solicitado al grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el Parlamento Europeo, la familia política de extrema derecha que lidera la primera ministra italiana Giorgia Meloni y su partido Hermanos de Italia.

La formación del agitador ha hecho el anuncio este miércoles, pero no será hasta el mes de septiembre cuando la familia política confirme la afiliación de SALF, después de estudiarlo “con detenimiento”. La plataforma antisistema adelanta que este movimiento pretende “fortalecer la influencia europea contra la inmigración ilegal, la corrupción y soberanía nacional española”. ECR es ahora el segundo grupo de extrema derecha y cuarta fuerza en el Parlamento.

SALF figura como ‘no inscrito’ en ningún grupo, después de quedarse fuera de la nueva familia ultra Europa de las Naciones Soberanas (ENS), el grupo fundado por Alternativa para Alemania. La salida de los seis eurodiputados de Vox para fichar por los Patriotas por Europa de Orban y Le Pen facilitaría la entrada de Alvise en este grupo, que ahora saldrá más reforzado con 81 parlamentarios. Por su parte, la plataforma antisistema contará con un mayor tiempo de intervención en los plenos del Parlamento, además de recibir más financiación pública ―que en ningún caso podrá utilizarse como instrumento en la política nacional―.

Alvise aprovecha la “vacante” libre

En pleno proceso de negociaciones para formar el nuevo hemiciclo, ‘Alvise’ acusó a Vox de ejercer “bullying institucional” y de “bloquear cualquier negociación o posible inclusión” de su grupo en ECR. El eurodiputado de Vox Jorge Buxadé negó el veto de su formación, pero sí admitió que “lo normal” era que solo hubiese una delegación nacional en cada familia política europea, además de subrayar que ‘Alvise’ ni siquiera aportó detalles de cómo se habría llevado a cabo ese bloqueo.

Vox y Alvise evitan salir en la misma foto desde la irrupción de SALF tras los comicios europeos de junio. En gran parte, la plataforma ultra se nutrió de la fuga de votos en el bloque ultraconservador, frenando así el ascenso de Vox en Europa. Hasta entonces, en la calle Bambú rehusaban de percibirlo como una amenaza electoral, pero ahora el escenario es distinto y Alvise se ha postulado como un competidor más en un espacio que estaba monopolizado.

A pesar del nuevo posible fichaje en Europa, Alvise ha asegurado que su último objetivo es llegar a la Moncloa y ha afirmado en varias ocasiones que renunciará a su escaño en el Parlamento Europeo en el caso de que se celebrasen unas elecciones generales.

Aislado en el Parlamento

Una semana antes del pleno constitutivo, los de Abascal anunciaron su divorcio de la formación de Meloni ―el grupo al que pertenecían desde su entrada en la Eurocámara― para unirse a una derecha aún más radical, protagonizada por Marine Le Pen, Viktor Orban o Geert Wilders. Vox defendió que su amistad con Hermanos de Italia se mantendría intacta a pesar de la salida del grupo y argumentó que aquella salida de última hora respondía a “ofrecer una alternativa al consenso de populares, socialistas y extrema izquierda en Bruselas”.

El Partido Popular Nacional celebró el cambio de rumbo de Vox, que provocará que los de Abascal pierdan influencia en Europa, especialmente después del cordón sanitario que la coalición pro europea ha impuesto al grupo para aislarlos de cualquier toma de decisión. A pesar de que SALF se postule como una opción que influirá en ECR, su influencia en el grupo será limitada ya que apenas cuenta con tres representantes, pero el margen de maniobra de ECR, aunque limitado, es mayor.

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