La subida del mar provocada por el cambio climático empieza a comerse la costa española: “Para 2030 ya se esperan pérdidas de playas”

Greenpeace alerta en un informe de los riesgos que amenazan a la costa y recoge las medidas que aún se pueden tomar para frenar el daño medioambiental

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La subida del mar provocada por el cambio climático empieza a comerse la costa española: “Para 2030 ya se esperan pérdidas de playas”.

Verano, vacaciones y playa son tres palabras que para los españoles van de la mano, aunque hay otras dos que se deberían sumar en la ecuación: cambio climático. Greenpeace ha advertido de que la costa española está en riesgo y que el país empezará a perder playas en los próximos diez años, tras realizar el informe Crisis a Toda Costa 2024. Análisis de la situación del litoral ante los riesgos de la emergencia climática.

En informe hace una radiografía completa del estado de los más de 8.000 kilómetros de costa ante futuras amenazas y alerta de que no hay región costera española que “no esté expuesta a riesgos por exceso de urbanización e infraestructuras, contaminación, la construcción de barreras artificiales (como diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), el despilfarro de recursos naturales y el encauzamiento, soterramiento y desvíos de cauces fluviales”.

Desde Greenpeace explica que estos factores provocan desequilibrios ambientales y se traducen en el retroceso y la pérdida de las playas, y con ellas, su función de barrera protectora, lo que supone un riesgo para millones de personas en el litoral. “En algunos puntos, como en la costa de la Comunidad Valenciana, más del 60% de sus arenales ya ha visto disminuir su extensión. Uno de los puntos más críticos para la supervivencia de la costa está en el Delta del Ebro (Tarragona) que está siendo devorado literalmente por el cambio climático”, aseguran.

Trío letal para los océanos

Los ecologistas hacen referencia al que denominan como “trío letal” para los océanos. El primer componente de esta amenaza que crece lentamente es la subida del nivel del mar. “Para ver sus efectos se usa la regla de Bruun, que dice que por cada centímetro que suba el nivel del mar, la costa retrocederá un metro”, explican, y añaden quePara 2030 ya se esperan pérdidas de playas en la costa de Barcelona, Vigo, A Coruña, Villagarcía, Almería, Málaga, Huelva, Cádiz, Gijón, Santander, Bilbao, Las Palmas y Tenerife” porque quedarán por debajo del nivel del mar.

El segundo factor del “trio letal” que afecta a la costa española es el aumento de la temperatura de los mares y océanos.“Aunque igual agradecemos que el agua no esté tan fría, hay un gran problema porque este aumento provoca la disminución del oxígeno disuelto en el agua. El calor y la disminución de oxígeno hace que todas las especies tengan que adaptarse. Pero el calentamiento está siendo tan rápido, que muchas no pueden”, explican. Esto se traduce en que especies marinas que forman parte de nuestra alimentación, como mejillones, almejas o percebes, empiecen a verse afectadas. “El aumento de la temperatura marina también es responsable de que cada vez haya más eventos meteorológicos extremos (olas de calor, sequías, lluvias torrenciales, DANAs o incendios forestales) y sean de mayor intensidad. El cambio climático no significa sólo que haga más calor (que también lo hace) sino que el agua más caliente se evapora más y esto provoca la formación de DANAs y ciclones más potentes y peligrosos, aumentando los daños por inundaciones. Murcia, Palma, Girona y Cartagena tienen más de 15.000 viviendas cada una situadas en zonas inundables”, exponen.

El último elemento es la acidificación provocada por la llegada de toneladas de plásticos, fertilizantes y otros residuos que provocan el crecimiento de plantas que consumen mucho oxígeno. “En aguas con poco oxígeno, los organismos marinos emiten más CO2 al agua, y la hacen más ácida. Las aguas acidificadas son más difíciles de habitar, especialmente para corales o moluscos, que tienen menor disponibilidad de carbonato cálcico para sus conchas y esqueletos”, añaden.

Las soluciones sobre la mesa

Si conseguimos tan sólo una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero podríamos evitar el 40% del retroceso de las playas de todo el mundo. Y con medidas de adaptación a todos los niveles (municipal, autonómico y estatal) que minimicen los daños y busquen soluciones reales y duraderas, podríamos volver a presumir de nuestras playas”, aseguran los ecologistas, que lanzan un mensaje de esperanza: “La buena noticia es que nos quedan unos años para actuar, para adaptarnos y rectificar y son las administraciones las que deben protegernos de los mayores peligros que afrontamos en la costa. Porque la costa se lo merece. Y las personas también”.

Qué playas españolas se perderán

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha realizado una serie de proyecciones consensuadas sobre los niveles futuros del mar en todo el mundo bajo una variedad de posibles escenarios futuros. La herramienta de proyección del nivel del mar de la NASA permite a los usuarios visualizar el futuro de nuestras playas. En el caso de España, la pérdida de playas será “tremenda” conforme recoge el informe: “Barcelona verá subir el mar en 13 milímetros para 2030 y hasta 70 centímetros a final de siglo. En el caso de Galicia, Vigo verá subir el mar 11 milímetros en 2030 y 43 centímetros en 2090, cifras muy parecidas a las previstas para A Coruña y Villagarcía. En Andalucía, destacan Almería, Málaga, Huelva y Cádiz, siendo esta última la más afectada, con 12 milímetros en 2030 y 45 centímetros en 2090 de subida del nivel del mar. Para Gijón, Santander y Bilbao se prevén subidas también en torno a un centímetro para 2030 y entre 37 y 43 centímetros para 2090. En Canarias, las subidas alcanzarán los 48 centímetros (casi medio metro) en 2090, al menos en Las Palmas y Santa Cruz, y algo menos en Arrecife (Lanzarote)”.

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