Isla Volvo: la historia de un coche abandonado en un trozo de tierra en medio de un lago con un extravagante propósito

Las estrategias de marketing diseñadas para impulsar a los pequeños negocios a veces pueden desbordarse y convertirse en un desafío para estos empresarios. Hacer que los negocios se destaquen frente a las grandes empresas es un reto constante para los empresarios locales.

Esto mismo le pasó a Scott Mann, que con la idea de promocionar sus dos talleres ha creado una de las atracciones turísticas favoritas de Marseilles, Illinois. Un ejemplar del modelo S80 descansa desde hace 12 años en un minúsculo promontorio rodeado por una gran superficie de agua.

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La historia detrás de este curioso nombre se remonta al mes de enero de 2012 y comenzó de la manera más inesperada. Scott Mann, un vecino de la apacible localidad estadounidense de Marseilles, Illinois, ideó un divertido reto para promocionar sus dos talleres mecánicos. De esta manera, arrastró con una grúa un Volvo S80 del 2001 a un terreno de tierra, antes de convertirlo en una isla separa de la península.

Una vez depositó el vehículo en el terreno, comenzaba la segunda parte de su plan: utilizar una excavadora para retirar la tierra que conectaba el lugar con la península una vez depositado el vehículo. Una vez terminada la excavación, rodearía con toneladas de agua el coche. No obstante, todos estos esfuerzos se quedaron en nada, porque en el último momento de dar comienzo a su estrategia de marketing se echó para atrás.

Y es que, inicialmente, Scott Mann planeó todo esto para elaborar un concurso en que los visitantes intentaran averiguar cómo llegó el coche a la pequeña isla en medio del lago. Sin embargo, descartó la idea por los riesgos que implicaba investigar en las aguas profundas y los potenciales peligros para los participantes.

Cabe destacar que, aunque esta ingeniosa estrategia publicitaria no se llevó a cabo en su totalidad, Scott Mann continúa demostrando su creatividad e innovación dentro y fuera de sus talleres de reparación mecánica.

Aunque la campaña original no fuera implementada, la mina, ahora inundada con millones de litros de agua, se ha convertido en una atracción local, permitiendo a los curiosos visitar el lugar. Por otro lado, el coche no está muy alejado de la costa de la península. Sin embargo, el lago, que en un principio parece poco profundo, alcanza una profundidad de casi 12 metros en su parte más honda.

Lo más curioso de esta historia es que el famoso Volvo se puede ver a través de Google Maps y se encuentra en buenas condiciones. Al poco tiempo de acabar con el plan, Kevin Rault dio con la ubicación del vehículo a través de la herramienta de mapas. Más tarde fue bautizado como “Isla Volvo”, y desde entonces los fans del proyecto han podido localizarlo a través del teléfono. “Isla Volvo” ha recibido una asombrosa calificación de 4,9 sobre 5 en más de 200 reseñas de usuarios. Las opiniones elogian el lugar con descripciones como “majestuoso”, “una atracción turística de primer nivel” y “rico en historia”.