En España es especialmente difícil conseguir un contrato de alquiler, teniendo en cuenta los precios tan elevados y las exigentes cláusulas que muchas veces exigen los dueños. Además, cuando una persona en búsqueda de vivienda encuentra un alquiler que encaja con sus preferencias, muchas veces se encuentra con dudas sobre qué y cuánto debe pagar.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica que, lo primero y más importante que se debe hacer, es leer detenidamente el contrato de arrendamiento antes de firmar cualquier documento. En el contrato es donde estarán indicados, de manera clara, todos los pagos y acuerdos entre el inquilino y el casero.
¿Qué gastos debe pagar el casero?
Por norma general, el casero será el encargado de pagar los gastos de la propia vivienda, como pueden ser el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la comunidad de vecinos, la tasa de basuras, el seguro de la casa y los seguros de mantenimiento. En cuanto al inquilino, tendrá que pagar todos los gastos que genere mientras viva en la casa, como las facturas de agua, luz, gas y teléfono, entre otros.
En cuanto a los daños, los inquilinos tendrán que pagar las roturas que él o sus visitas causen en la vivienda alquilada, como por ejemplo romper algún mueble o una ventana. Las averías que se generen por el uso de los electrodomésticos o muebles de la vivienda, como la lavadora o la caldera, correrán a cargo del casero, salvo que se demuestre que la responsabilidad ha sido del arrendatario.
¿Cuánto dinero me pueden subir el precio del alquiler al año?
Desde la entrada en vigor de la Ley de Vivienda el año pasado, se han establecido unos límites para controlar el aumento de los precios del alquiler. A lo largo de todo 2024, el casero no podrá subir el precio del alquiler más allá de un 3%, siempre y cuando haya notificado esta subida a los inquilinos con un mes de antelación.
Para los grandes tenedores, la limitación es del 3% en cualquier caso. Pero para los pequeños propietarios se puede negociar un aumento mayor, siempre que haya un acuerdo entre ambas partes, arrendador y arrendatario.
¿Quién tiene la responsabilidad ante una denuncia?
Las responsabilidades en el alquiler de una casa dependen de cada situación específica. Algunas situaciones son claras, como que el inquilino tiene la responsabilidad en casos como una denuncia por ruido.
Sin embargo, en situaciones más complicadas como una inundación, la atribución de la responsabilidad puede variar. Si la inundación se debe a un descuido del inquilino, como dejar el agua abierta, la responsabilidad es suya. Pero si el problema es causado por un problema en las tuberías del piso, corresponde al propietario hacerse cargo. En un tercer escenario, si la avería proviene de las tuberías de la comunidad, entonces la comunidad de vecinos es la responsable.
¿Cuándo y cómo pueden echarte de un piso de alquiler?
En España, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, “todos los contratos de alquiler firmados desde marzo de 2019 tendrán una duración mínima de cinco años”. En el caso de que, al finalizar el contrato, ninguna de las partes involucradas se manifieste al respecto, el alquiler se prorrogará automáticamente por un año adicional, alcanzando un máximo de tres años de prórroga.
En el caso de que el casero quiera recuperar su inmueble y cancelar el contrato de alquiler, tal y como explican desde Fotocasa, la Ley establece que el propietario tiene derecho de finalizar el contrato de alquiler antes de tiempo, pero tienen que cumplirse algunas condiciones.
La primera, podría ser en el caso de que el propietario necesitara el domicilio para alguno de sus familiares, ya sea cónyuge, padres o hijos, o incluso para él mismo. El dueño deberá notificar esto formalmente al arrendatario con dos meses de antelación, y justificar la necesidad del uso de la vivienda.
Además, el propietario solo puede ejercer este derecho una vez que el contrato haya entrado en prórroga obligatoria, lo que generalmente sucede después de transcurrido el primer año de alquiler. En caso de que el dueño o sus familiares no vayan a entrar en la vivienda en un plazo de tres meses desde el desalojo, el inquilino tiene la opción de recuperar la vivienda por un periodo adicional de cinco años, y adicionalmente podrá reclamar una compensación equivalente a una mensualidad por cada año que restaba del contrato original.
El casero también tiene la facultad de echar al inquilino si este no cumple con sus obligaciones estipuladas en el contrato. Algunas de las causas que pueden justificar el desalojo incluyen el impago del alquiler, el subarriendo del inmueble a terceros sin autorización, y la realización de actividades ilegales, molestas, peligrosas o perjudiciales en la propiedad.