La Fiscalía pide 29 años de prisión para el hombre acusado de asesinar a su pareja y arrojar su cuerpo al río en Sevilla

En el juicio, que dará comienzo en septiembre, un jurado popular decidirá sobre su culpabilidad por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género, un delito continuado de estafa y un delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer con la agravante de reincidencia

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Casas frente al río Guadalquivir en Sevilla (Marcelo del Pozo/Reuters)
Casas frente al río Guadalquivir en Sevilla (Marcelo del Pozo/Reuters)

El próximo 20 de septiembre va a dar comienzo el juicio contra un hombre acusado de asesinar a su pareja sentimental y deshacerse de su cadáver tirándolo a la orilla del río Guadalquivir en el año 2022. Un jurado popular tendrá que decidir en la Audiencia Provincial de Sevilla la culpabilidad o inocencia del acusado por el que la Fiscalía pide 29 años de cárcel.

En su escrito de acusación, el Ministerio Público reclama para el enjuiciado 25 años de prisión por un delito de asesinato con las agravantes de parentesco y de género; tres años de cárcel por un delito continuado de estafa, y un año de prisión por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia sobre la mujer con la agravante de reincidencia, así como que, en concepto de responsabilidad civil, indemnice con un total de 188.888 euros a la familia de la fallecida, y que devuelva la cantidad 8.140 euros por el dinero presuntamente sustraído de la cuenta bancaria de su pareja.

Condenado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer

El acusado y la víctima mantenían una relación sentimental intermitente desde el año 2010. En ese tiempo hubo períodos esporádicos de convivencia, ya que ella trabajaba en domicilios en el servicio doméstico en régimen de interna. En 2020 compartían una habitación alquilada en un edificio de Sevilla.

El 30 de agosto de ese año, el hombre le pidió que le diera parte del dinero que ella ganaba a lo que se negó. El acusado la increpó, por lo que ella huyó del domicilio y se refugió en un locutorio cercano. El investigado fue detrás de ella y la sacó del local “agarrándola de brazo y le propinó dos bofetadas en la cara”, según relata el escrito de la acusación del Ministerio Público.

Al día siguiente el hombre fue condenado en sentencia firme por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Sevilla a la pena, entre otras, de 16 meses de prohibición de comunicación y aproximación a menos de 300 metros de la víctima por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género.

En ese momento ambos cesaron su relación y mantuvieron relaciones sentimentales con otras personas. El 23 de diciembre de 2021 finalizó el plazo marcado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer y ambos retomaron su relación y desde febrero de 2022, en que la fallecida dejó de trabajar como interna en un domicilio y comenzó a prestar servicios como externa por horas, reanudaron la convivencia en la misma habitación alquilada. En ese momento la víctima tenía casi 32.000 euros ahorrados en su cuenta corriente de una cuenta bancaria de la que era la única titular, alfo de lo que “era conocedor” el encausado.

“Movido por los celos”

El 24 de abril de 2022, ambos estuvieron desde la mañana reunidos en el salón del inmueble junto con unos amigos en una fiesta improvisada. Llegó la noche y el investigado “se percató” de que su pareja “presentaba marcas de chupetones en el cuello que no le había hecho él y se molestó, iniciando ambos una discusión”. En esta la fallecida “le dijo que era muy viejo y aburrido y que prefería estar” con un hombre “con el que había pasado la noche y el día anterior”.

Este comentario hizo que él se acercará a ella, que estaba sentada en una silla, y, “de forma sorpresiva y con el propósito de menoscabar su integridad física, le propinó un fuerte golpe en la cara y se lanzó contra ella, ante lo que los presentes tuvieron que intervenir en su ayuda, quitándole al acusado”. Tras la agresión se marchó del domicilio muy enfadado.

Pasaron las horas y el hombre volvió a la casa. Nada más verlo, la mujer se metió en su dormitorio y cerró la puerta, quedándose el acusado junto con los invitados en el salón y cuando todos se quedaron dormidos se introdujo en la habitación de la víctima. “Movido por los celos y por el propósito de hacer suyo el dinero que tenía, consciente de que pretendía abandonarlo” por otro hombre y “aprovechando la situación de indefensión que aquella presentaba al encontrarse sus capacidades psicofísicas afectadas por el abundante alcohol ingerido y que estaba desprevenida, de forma súbita y sorpresiva se colocó encima de ella con objeto de darle muerte”.

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De esta manera consiguió inmovilizarla “al aplastarle pecho y tórax con el peso de su propio cuerpo, al tiempo que le sujetaba fuertemente el cuello para evitar que se moviese y le taponaba las vías respiratorias, bien con la mano o con la almohada”, todo ello hasta que la mujer falleció por asfixia mecánica por sofocación.

Arrojó el cadáver al río Guadalquivir

Tras el asesinato, el acusado “empaquetó el cuerpo sin vida” de la fallecida y sobre las 10:00 del día siguiente echó al resto de invitados “bajo el pretexto de que quería hablar a solas” con la víctima. Todo ese día estuvo deshaciéndose de todas sus pertenencias, tirándolas a diferentes contenedores de basura. Sobre las 23:30 “trasladó el cadáver y lo arrojó en la orilla del río Guadalquivir, pasado el Puente del Alamillo, oculto entre matorrales” con la ayuda de una carretilla.

El hombre se apropió de la tarjeta bancaria de la fallecida y, siendo conocedor del PIN de la misma por habérselo facilitado ella en ocasiones anteriores, se dirigió a varios cajeros automáticos de los que extrajo distintas cantidades de dinero, apoderándose entre los días 25 de abril y 7 de mayo de un total de 8.140 euros de la cuenta de su pareja.

Para conseguir apartar cualquier sospecha que pudiera asociarlo a la muerte, fue difundiendo entre los amigos y allegados que la víctima se había marchado voluntariamente con otro hombre y llegó a fingir conexiones de la misma a las redes sociales Facebook y Messenger. No fue hasta el 21 de junio cuando el cadáver fue encontrado, después de que el acusado revelará su ubicación tras ser detenido. Desde ese momento el investigado se encuentra en prisión preventiva.

* Si lo necesitas, puedes llamar al teléfono gratuito de información y asesoramiento jurídico 016, un servicio público puesto en marcha por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, en funcionamiento las 24 horas del día, y en el que serás atendida por profesionales especializadas en esta materia. Este servicio garantiza la confidencialidad de los datos de las personas usuarias y atiende en 53 idiomas. También puedes comunicarte por WhatsApp en el número 600 000 016 y por correo electrónico escribiendo a: 016-online@igualdad.gob.es. Si eres menor de edad y crees que alguien de tu entorno está sufriendo violencia de género, puedes llamar a ANAR, al número de teléfono 900 20 20 10.

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