El juez Juan Carlos Peinado, que instruye el caso Begoña Gómez, ha citado a declarar el próximo 30 de julio al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en calidad de testigo. El magistrado se desplazará al Palacio de La Moncloa para practicar la prueba testifical, según ha señalado en una providencia dictada este lunes.
En el escrito en el que acuerda citar a Pedro Sánchez como testigo, el juez instructor subraya que a fin de investigar el posible tráfico de influencias en el que pudo incurrir Begoña Gómez, “así como la posible relación de la persona investigada con una autoridad, se considera conveniente, útil y pertinente” la toma de declaración del esposo de la investigada”. El juez establece que la comparecencia tenga lugar en el Palacio de La Moncloa en virtud del artículo 412.3 de la LECrim, que permite a los miembros del Gobierno, entre otros cargos públicos, que sea el juez quien se desplace a su domicilio o sede, en este caso, la de la presidencia del Gobierno. Lo hará el 30 de julio a las 11:00 horas.
Un movimiento sorprendente por parte del magistrado que ya ha creado diferentes respuestas de ambos lados del espectro político, pero que, sin embargo no es un hecho sin precedentes. Ya en el año 2017 un presidente del Gobierno en activo tuvo que acudir a un juicio como testigo.
Un presidente en la Audiencia Nacional
Fue el 26 de julio de ese año cuando Mariano Rajoy acudió a la Audiencia Nacional para relatar todo lo que sabía sobre la trama Gürtel. Con paso rápido entró en la sala y tras sentarse en el lugar que le correspondía, aseguró que si conocía a alguno de los acusados, pero no tenía ninguna relación especial con ninguno de ellos.
La primera palabra la tuvo el abogado de la acusación de ADADE, Mariano Benítez de Lugo, que mostró su rechazo al privilegio que se dio al presidente: “Con cuestión previa, quería manifestar mi protesta por colocar al testigo en una posición que solo pueden ocupar fiscales, magistrados, letrados y secretario. Eso supone una vulneración de lo dispuesto en el artículo 187 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Supone un privilegio indebido que no debería haberse otorgado ya que el testigo declara como ciudadano y no como presidente del Gobierno”.
El primer interrogatorio trató sobre el organigrama del Partido Popular y el papel que tenía el responsable de campaña. Un Rajoy claramente nervioso, confundiendo el año 2003 con el 1993, utilizó sus respuestas para afirmar que el responsable de campaña solo se encargaba de la “parte política”, dejando en “una nebulosa” la parte económica, según lo describió el letrado.
Continuó preguntándole sobre como fue pagado un viaje a las Canarias con su familia, a lo que Rajoy contestó que “mi partido, hasta donde yo sepa”. Esta respuesta causó la desesperación del abogado, asegurando que eso era “una contestación un poco gallega”. El presidente no perdió la oportunidad de ironizar con el tema, diciendo que “la contestación tiene que ser gallega porque no la podría hacer riojana”.
La caja B de Bárcenas
Como era esperable, en el interrogatorio salió el nombre de José Luis Bárcenas. “Los papeles de Bárcenas son absolutamente falsos”, aseguró Rajoy y añadió que “nunca” tuvo queja del extesorero, admitiendo que en 2010 mantuvo una reunión con él en su despacho cuando dejó el partido por que quería “despedirse” y le pareció algo “razonable”.
“Me pareció razonable porque llevaba 30 años en la casa, tenía cargo de senador y quería despedirse. Nos explicó que estaba en una situación difícil, que iba a defenderse y que iba a ocupar su tiempo con los abogados”, relató y agregó que el propio Bárcenas le pidió mantener el despacho y el coche, lo una vez más, le pareció “razonable”.
Fue también preguntado sobre las contradicciones de las cuentas de Bárcenas en Suiza a lo que dio su famosa respuesta, en la que aseguró no saber nada: “Yo, con absoluta franqueza, no sé de qué disensiones me habla. No sé nada de las cuentas. Las supe cuando fueron publicadas en los medios de comunicación y realmente no puedo aportarle nada. Lo siento mucho, señor letrado, porque no sé nada de este asunto, francamente”.
“Luis, sé fuerte”
Otro de los temas comentados fue el mensaje de SMS que el propio Rajoy envió a Bárcenas tras darse a conocer las primeras informaciones de la investigación: “Luis, sé fuerte”. “Estábamos en otro contexto temporal al de ahora. Respondí a Bárcenas porque tengo la costumbre de responder a la gente”, explicó. Apuntó también que “jamás” había hablado con el extesorero después de ese mensaje.
Tras una hora y 45 minutos, Rajoy abandonó el estrado donde estuvo sentado, a la misma altura que los magistrados, y tras llegar a la sede de Génova confesó que estaba “contento por haber cumplido” con su obligación como presidente del Gobierno y de haber respondido a todo lo que se le preguntó.