Cómo eliminar las manchas de sudor de las sandalias: el truco definitivo

El mejor remedio para que el calzado vuelva a lucir nuevo

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Sandalias (Pexels)
Sandalias (Pexels)

Con el verano y las altas temperaturas sólo nos apetece tomar bebidas refrescantes, hacer comidas poco pesadas, resguardarnos de la sombra y vestirnos de la manera más ligera y cómoda posible, algo que se aplica también al calzado. Durante la época estival, las sandalias se convierten, sin duda, en los zapatos estrella por su confort y porque permiten tener el pie al aire. Sin embargo, uno de sus grandes inconvenientes son las manchas negras odiosas que salen al poco de uso.

Las sandalias se pueden deteriorar por el sudor que emana de los pies, dejando una huella oscura marcada en la plantilla. Esta suciedad afecta al zapato en sí, causando que pierda parte de su color y estética original y haciendo que parezca más antiguo, a pesar de estar recién estrenado. Aunque, no todo está perdido y hay ciertos trucos caseros que ayudan a hacer desaparecer esas manchas.

Cómo limpiar las sandalias de piel

Deshacerse de esas marcas de sudor puede parecer difícil, pero uno de los productos más efectivos para eliminarlas puede encontrarse casi seguro en cualquier hogar, se trata del bicarbonato de sodio. Este compuesto es muy eficaz para limpiar todo tipo de materiales, ya sea cuero, plástico, gamuza y corcho. Además, también ayuda a combatir el mal olor generado por la acumulación del sudor.

El primer paso es quitar las manchas más superficiales de las sandalias, para ello habrá que lavarlas con agua caliente. Después, tal y como apunta la firma de calzado MiMaO, se debe verter sobre ellas un poco del producto con un cepillo de dientes, haciendo pequeños círculos y sin tocar la zona exterior, siendo más insistentes en las partes con peor aspecto. Tras ello, hay que dejar actuar al compuesto durante unos cuatro o cinco minutos para que vaya absorbiendo y eliminando el sudor poco a poco. Más tarde, eliminaremos el producto con un paño o una bayeta húmeda, aclarando si fuera necesario.

Es importante dejar el calzado a secar, a ser posible en el exterior, pero sin que esté expuesto al sol ni a las altas temperaturas. Una vez haya eliminado toda la humedad, es recomendable cepillar el zapato con un cepillo especial para eliminar posibles restos.

Trucos para otros materiales

En el caso de que las sandalias sean de otro material que no sea piel, los trucos de limpieza varían:

  • Chanclas o sandalias de plástico: este tipo de calzado no requiere grandes cuidados, con lo que mantenerlas limpias es una misión fácil. Basta con meterlas en la lavadora, usar una esponja o un cepillo de dientes para frotar y blanquear o dejarlas a remojo en un recipiente con agua y jabón.
  • Sandalias de gamuza o ante: es muy importante no utilizar agua y jabón, ya que, las marcas se podrían quedar incrustadas. Las manchas de la superficie se eliminan con una goma de borrar, en el caso de las más difíciles, se deberá recurrir a un paño humedecido con vinagre blanco o con un poco de alcohol.
  • Sandalias de cuero: para este material será necesario un limpiador de sandalias especiales que se aplicará mediante una esponja y se eliminará con un algodón húmedo.
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