La sanidad empeora en verano un año más: ni camas, ni médicos ni enfermeras

Tras meses de debate político sobre la falta de recursos sanitarios, las comunidades autónomas cierran centros y camas de hospital durante las vacaciones de sus trabajadores

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Muchos lo aventuraban y, como cada año, ha sucedido. La sanidad pública vuelve a cerrar este verano camas de hospital, servicios de atención y centros sanitarios enteros ante la falta de profesionales que puedan atender estos puestos. Las vacaciones y las bajas se acumulan sin que las comunidades consigan cubrir todos los puestos, algo que se achaca tanto a la falta de recursos como a la escasa planificación.

Las consejerías de Salud de las autonomías lo advertían hace unos meses, especialmente las regiones gobernadas por el Partido Popular, que reclamaron la celebración de un Consejo Interterritorial para solventar la gestión sanitaria en verano. Si bien aseguraron quedar insatisfechos con la respuesta del Ministerio de Sanidad, que les recordó que no tenía competencias para interceder en sus planes de verano, en las últimas semanas han lanzado mensajes de calma: en Andalucía se harán más de 37.000 contrataciones y se mantendrán el 85,5% de las camas de hospital, en Castilla y León no cerrará ningún centro de salud, los hospitales de Extremadura mantendrán su actividad al 80%...

Los sindicatos apuntan otra realidad: SATSE, representante de las enfermeras, avisa de que los recortes en personal, horarios, camas y servicios van a llevar a aumentar las esperas, el colapso y la saturación de la sanidad pública. Mientras, CSIF lamenta que las comunidades autónomas se hayan retrasado “o ni siquiera hayan presentado sus planes de contingencia con motivo de la llegada del verano”, que culminan con el cierre de centros de salud y las plantillas “bajo mínimos”. Estas organizaciones hablan del cierre de al menos 10.463 camas este verano debido a la falta de personal, cifra que no sumaba datos de comunidades como Madrid por falta de respuesta de las administraciones a los sindicatos.

“El porcentaje de personal que no se sustituye llegará hasta el 40-50% en el caso de algunas comunidades autónomas”, alerta SATSE, aunque la cifra puede ser mayor, pues los datos “se ven maquillados precisamente por ese cierre de camas y servicios, que en realidad tiene como objetivo ahorrarse sustituciones moviendo al personal de un servicio a otro”.

Sobran médicos, faltan especialistas

El diagnóstico ha sido para muchos sencillo: faltan médicos. Sin embargo, desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Jorge Curiel tiene una idea diferente: “En España sobran médicos. Lo que faltan son especialistas”, explica a Infobae España por teléfono. Una afirmación que compartía el Secretario de Sanidad, Javier Padilla, a principios de julio: “Hay más médicos que nunca”, aseguraba, pero no dan para cubrir las necesidades de ciertas especialidades, como la Medicina Familiar y Comunitaria.

Eso, en Castilla-La Mancha, desde donde habla Curiel, lo saben bien. Según cálculos del Sindicato Médico de Granada, es una de las comunidades que más notará la falta de médicos en Atención Primaria en los próximos años. Si de normal se necesitan más facultativos, el problema se agravará en verano, sobre todo en los pueblos, donde el turismo hará crecer la presión asistencial en sus centros sanitarios. “La población se va mucho más a las zonas rurales y las capitales pierden población, porque la gente también se va de vacaciones, no solo se van sus médicos”, comenta Curiel. Sin embargo, “prácticamente no hay sustitutos en ningún sitio”.

Esto supone que muchos ciudadanos se queden sin atención sanitaria durante el verano, como ocurre en la provincia de Ciudad Real. El Hospital de Puertollano, uno de los municipios más poblados de la región, no tendrá especialistas en Ginecología o Reumatología durante estos meses. Los vecinos tendrán que desplazarse varios kilómetros para recibir atención médica. No es un problema exclusivo de La Mancha: en Madrid, el Hospital Universitario de Henares se ha quedado sin unidad de Pediatría y en la Comunidad Valenciana los centros de salud de la costa abrirán solo por las tardes. Todo gracias al esfuerzo de los médicos que se queden, a base de doblar turnos y el cupo de pacientes.

Un oncólogo para 85.000 personas: los médicos protestan por la “preocupante falta de personal” en Ceuta y Melilla.

Doblar turnos para aguantar el verano

Ante la falta de facultativos, la respuesta de algunas administraciones ha sido contratar médicos sin título, muchos extracomunitarios. “Vienen sin titulación, pero son médicos generales por los acuerdos internacionales, se les reconoce el título como médicos y ellos ya salen al mercado”, asegura Curiel. Pese a que contratarlos va en contra de la normativa vigente, que exige pasar por la residencia para trabajar en el sistema público, estos profesionales extranjeros (y cada vez más españoles) cubren desde hace años los puestos sin facultativo y las sustituciones durante el verano. Una práctica que se repite en varias comunidades, aunque la ministra de Sanidad, Mónica García, haya advertido de su irregularidad. ”Al final todo lo que diga la ministra es teoría”, dice Curiel, que recuerda que “ya no tiene competencias sanitarias, salvo en Ceuta y Melilla, donde es un auténtico desastre”.

Cuando la plantilla de médicos no especialistas tampoco es suficiente, el sistema sobrevive a base de acumular guardias. Así lo asegura desde Extremadura la portavoz de SIMEX, María José Rodríguez. “A lo mejor hay gente que sale con diez guardias al mes, lo cual es una verdadera burrada”, afirma a este diario. En dos de las provincias más extensas de España, como son Cáceres y Badajoz, alrededor de un 33% de la plantilla sale de vacaciones en los meses de verano, calcula el sindicato, y las contrataciones que realiza la administración para el periodo estival (la Junta anunció la incorporación al Sistema Extremeño de Salud de 7.000 nuevos trabajadores), no son suficientes para cubrir los puestos. Se suma el hándicap del tamaño territorial y poblacional. “Somos una comunidad muy extensa y muy poco poblada, y entonces tienes que acumular pueblos”, explica Rodríguez.

Es decir, hay que asistir a varias localidades a la vez, aunque estas puedan estar “a 80 kilómetros” la una de la otra. “¿Cómo se vive esto? Jodidamente”, asegura la sanitaria.

Los MIR, al rescate de la atención primaria

Una médica ausculta a su paciente. (Pexels)
Una médica ausculta a su paciente. (Pexels)

La situación se ha visto agravada este año. Normalmente, se suele contar con los médicos residentes (MIR) recién graduados, pero en 2024 no será posible: la pandemia supuso un descuadre en la formación de estos especialistas, que empezaron la residencia cuatro meses tarde y no podrán entrar legalmente al mercado laboral hasta septiembre. Pese a esta limitación, comunidades como Galicia, Aragón, Extremadura o Andalucía han optado por ofrecer a los MIR de cuarto año para cubrir los huecos disponibles durante el verano, especialmente en la Atención Primaria, siempre bajo supervisión. Rodríguez entiende que el problema no se puede trasladar a los residentes porque “no son plantilla”, pero si se quieren aprovechar, debe ser de forma voluntaria, “no se les puede obligar porque no han terminado su periodo formativo”.

Curiel sabe que estos MIR están perfectamente preparados para afrontar el reto, “mucho mejor formados que cualquiera de los que está trabajando sin titulación y sin haber hecho ningún año de residencia”. Eso sí, “si van a hacer ese trabajo, por lo menos que les paguen lo que vale ese trabajo”, reclama. “Están haciendo el mismo trabajo que cualquier otro médico de primaria, y que eso se lo pagues a un tercio pues me parece una explotación injustificada, por mucho que no tengan el título”.

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