A medida que envejecemos, se vuelve crucial tomar ciertas medidas que pueden evitar complicaciones y angustias a nuestros seres queridos en el futuro. Uno de estos documentos es el testamento vital, también conocido como Documento de Instrucciones Previas o Testamento de Voluntades Anticipadas. Este testamento no se utiliza para repartir la herencia, sino que es un documento en el que una persona expresa sus deseos sobre tratamientos y cuidados médicos en caso de no poder comunicarse debido a una enfermedad grave e irreversible. A continuación, se detallan los aspectos clave sobre qué es un testamento vital y qué no se puede incluir en él.
Este documento legal permite a las personas especificar sus preferencias con respecto a la atención médica que desea recibir si se encuentra en una situación en la que no puede tomar decisiones por sí misma. Este documento asegura que los deseos del individuo sean respetados en situaciones críticas, evitando que los familiares tengan que tomar decisiones difíciles sin orientación. El testamento vital puede incluir instrucciones sobre diversos aspectos, tales como:
- Tratamientos médicos: qué tipo de tratamientos médicos desea o no desea recibir.
- Cuidados paliativos: preferencia por recibir cuidados paliativos en lugar de tratamientos curativos en situaciones terminales.
- Autopsia y donación de órganos: decisiones sobre la realización de autopsias y la donación de órganos.
- Servicios religiosos: detalles sobre los servicios religiosos deseados en caso de fallecimiento.
Cómo se hace un testamento vital
Para hacer un testamento vital, es necesario seguir una serie de pasos y cumplir con ciertos requisitos legales, que pueden variar según la comunidad autónoma en España. A continuación, se describen los pasos generales:
- Redacción del documento: Es fundamental redactar un documento claro y detallado que refleje las voluntades del otorgante respecto a los tratamientos médicos y otros aspectos relevantes.
- Identificación del otorgante: Incluir la identificación del otorgante es esencial para validar el documento.
- Representante: Opcionalmente, se puede nombrar a un representante que actuará como interlocutor con el equipo médico.
- Legalización del documento: El testamento vital debe ser registrado de manera oficial para ser válido. Las formas de registro pueden ser: - Ante el personal del registro autonómico. - Ante un notario (más rápido pero menos económico). - Ante tres testigos (en algunas comunidades autónomas).
Una vez formalizado, es recomendable entregar una copia al representante y a un familiar de confianza, o al centro sanitario habitual.
Qué no se puede incluir en un testamento vital
Un testamento vital no puede incluir disposiciones que sean contrarias a la ley o a las buenas prácticas médicas. Específicamente, no se pueden incluir:
- Eutanasia activa: Cualquier solicitud de eutanasia activa es ilegal y, por lo tanto, no puede ser parte de un testamento vital.
- Prácticas médicas inapropiadas: Instrucciones que contradigan las prácticas médicas y clínicas generalmente aceptadas para tratar enfermedades.
- Disposiciones sobre la herencia: El testamento vital no es un documento para repartir bienes materiales o económicos; esos asuntos deben ser tratados en un testamento tradicional.
Costes de un testamento vital
El precio para redactar este documento puede variar, en función de si se cuenta con un seguro de vida o no. Existen varias opciones:
- Notario: Aproximadamente 150 euros.
- Administraciones públicas: Gratuito en muchos casos.
- Testigos: Aproximadamente 60 euros.
Por tanto, un testamento vital es un documento crucial para asegurar que las decisiones médicas respeten los deseos del individuo cuando este no puede comunicarse. Sin embargo, es importante recordar que no puede incluir instrucciones ilegales ni disposiciones sobre la herencia, las cuales deben gestionarse mediante un testamento tradicional.