En el año 2020, el Gobierno implementó el Ingreso Mínimo Vital (IMV), una prestación económica destinada a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de personas que viven solas o en una unidad de convivencia, sin recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Según el portal web de la Seguridad Social, el IMV “persigue garantizar una mejora real de oportunidades de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias”. De esta forma, trata de actuar a modo de red de protección; a cuentas de orientar a la participación activa en la sociedad. El IMV incluye incentivos al empleo y a la inclusión, coordinados a través de distintas fórmulas de cooperación entre administraciones.
Para poder beneficiarse del IMV, los solicitantes deben cumplir con varios requisitos. Entre ellos, es fundamental haber residido legalmente en España durante al menos 12 meses antes de realizar la solicitud. Además, los beneficiarios deben demostrar una situación de vulnerabilidad económica y estar inscritos como demandantes de empleo. Aunque generalmente la prestación está dirigida a personas entre 25 y 65 años, existen excepciones para ciertos colectivos, como los jóvenes de 18 años con menores a cargo.
Jóvenes de entre 23 y 29 años: requisitos específicos
El IMV también tiene en cuenta a los jóvenes de entre 23 y 29 años, reconociendo las dificultades específicas que este grupo puede enfrentar. Los requisitos para acceder a esta prestación varían dependiendo de la situación personal y la convivencia de los solicitantes:
- Residencia y vida independiente: Los solicitantes deben haber residido de forma legal y efectiva en España, y haber vivido de manera independiente durante al menos dos años antes de la solicitud. Se considera que una persona ha vivido de forma independiente si puede demostrar que su domicilio ha sido distinto al de sus progenitores, tutores o acogedores durante esos dos años.
- Violencia de género y separación: En casos de violencia de género, inicio de trámites de separación o divorcio, u otras circunstancias excepcionales, se puede eximir el requisito de vida independiente de dos años. Estas excepciones están diseñadas para proteger a las personas en situaciones de vulnerabilidad extrema.
- Inscripción en la Seguridad Social: Además, los solicitantes deben haber estado inscritos en la Seguridad Social, en Clases Pasivas del Estado o en una mutualidad alternativa durante al menos doce meses, continuados o no, en los dos años anteriores a la solicitud.
Personas mayores de 30 años:
- Deben acreditar que, durante el año inmediatamente anterior a la solicitud, su domicilio en España fue distinto al de sus progenitores, tutores o acogedores, salvo que la convivencia cesara por el fallecimiento de estos.
El IMV también abarca a otros colectivos vulnerables, como víctimas de violencia de género y jóvenes provenientes de centros de protección de menores. Para cada uno de estos grupos, se establecen condiciones y requisitos específicos. Por ejemplo, aquellos jóvenes mayores de 23 años que comparten domicilio con una unidad de convivencia, pero no forman parte de ella, pueden ser elegibles siempre que no estén casados (a menos que hayan iniciado los trámites de separación o divorcio), no estén unidos como pareja de hecho y no formen parte de otra unidad de convivencia.
Importancia de la declaración de la Renta
Es crucial que los beneficiarios del IMV presenten la declaración del IRPF, independientemente de la cuantía de sus ingresos. Aunque el IMV es una renta exenta y generalmente no necesita ser incluida en la declaración, la presentación de esta es obligatoria para continuar recibiendo la ayuda. La Agencia Tributaria facilita este proceso, incorporando automáticamente la parte proporcional del IMV correspondiente a cada miembro de la unidad de convivencia en los datos fiscales.
Fechas de cobro del SMI
Los pagos del IMV se liberan el primer día hábil de cada mes, siendo una estrategia de los bancos y cajas adelantar el pago para asegurar la satisfacción y fidelización de sus clientes. Esto proporciona un alivio significativo para los beneficiarios, permitiéndoles gestionar mejor sus previsiones económicas.
El Ingreso Mínimo Vital representa una iniciativa clave en la lucha contra la pobreza y la exclusión social en España. Al establecer una serie de requisitos específicos y consideraciones para diferentes grupos de beneficiarios, este programa no solo ofrece apoyo económico, sino que también fomenta la inclusión social y laboral, ayudando a las personas a mejorar sus oportunidades y calidad de vida.