Centros de datos en el espacio: la solución de Europa ante los efectos de la Inteligencia Artificial en el cambio climático

La Comisión Europea planea construir infraestructuras informáticas en órbita con el objetivo de reducir la huella ambiental de estas estructuras. La empresa Thales Alenia Space ha comprobado la viabilidad del proyecto

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Proyecto Ascend (Thales Alenia Space)
Proyecto Ascend (Thales Alenia Space)

La digitalización y, especialmente, el auge de la Inteligencia Artificial de los últimos años han hecho proliferar de manera exponencial los centros de datos. Estas grandes infraestructuras informáticas son las responsables de procesar y almacenar toda la información necesaria para un sinfín de servicios y aplicaciones, muchos de los cuales ya se han vuelto imprescindibles en nuestro día a día, como es el caso de las búsquedas en Internet. No obstante, la ingente cantidad de ordenadores que albergan estos edificios generan tanto calor que deben ser refrigerados mediante aires acondicionados, con el consecuente consumo de electricidad, o el uso de agua.

De hecho, según diversos estudios, estas instalaciones, dependiendo de su tamaño, consumen hasta 25 millones de litros de agua cada año y expulsan cientos de millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), al punto de que son los responsables del 2% del CO2 liberado a la atmósfera a nivel mundial. Conscientes de esta realidad, las autoridades europeas evalúan la posibilidad de montar, en el marco del proyecto Ascend y de cara a 2050, estas infraestructuras fuera de nuestro planeta, allá arriba en el espacio, donde su huella ambiental sería inexistente.

Los centros de datos en la Tierra están consumiendo mucha energía”, explica a Infobae España Damien Dumestier, responsable de Ascend en Thales Alenia Space, la empresa en la que ha confiado la Comisión Europea para analizar la viabilidad del proyecto. “Su envío al espacio aliviaría la red eléctrica y los medios de producción de electricidad, y podría ayudar a alcanzar el objetivo de emisiones netas cero para el año 2050″, afirma.

Entre las ventajas de construir centros de datos espaciales sobresale, según detalla Dumestier, que los mismos “recogerían directamente la energía del sol y, en lugar de disiparla en la atmósfera o en el medioambiente, esta se disiparía hacia el espacio frío, reduciendo el impacto en el calentamiento global”. Asimismo, estas infraestructuras también serían más seguras, ya que el hecho de orbitar en el espacio las protegería de eventos catastróficos y agresiones directas a las que están sujetas en la Tierra.

Proyecto Ascend (Thales Alenia Space)
Proyecto Ascend (Thales Alenia Space)

Mayores desafíos

De acuerdo a los estudios llevados a cabo por Thales Alenia Space, uno de los mayores desafíos del proyecto Ascend es el diseño, de cara a 2036, de un nuevo cohete que emita hasta diez veces menos de emisiones de CO2 durante su operación, pero sin perder la capacidad de transportar de manera eficiente los materiales necesarios para la construcción del primer centro de datos espacial. “Este nuevo lanzador requerirá tener una mayor capacidad para enviar las 35 toneladas de infraestructura a su órbita final a 1.400 km de altitud, y necesitará un diseño y proceso de producción optimizados para reducir su huella ambiental a lo largo de su ciclo de vida”, detalla Dumestier.

De igual manera, desde la compañía -formada a partes iguales por la francesa Thales y la italiana Leonardo- señalan que es necesario desarrollar tecnologías y medios robóticos “para garantizar el ensamblaje en órbita” de los futuros centros de datos espaciales. Estos estarán equipados con enormes paneles solares, que podrán generar cientos de kW de electricidad, que estarán elaborados a partir de perovskita impresa en velos delgados, una tecnología que está siendo sometida a pruebas para ser validada. “Por último, pero no menos importante, es necesario investigar y probar la fiabilidad del hardware de almacenamiento y tratamiento de datos en el entorno espacial para garantizar el mismo nivel de servicio que los activos en tierra”, asegura Dumestier.

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Por otro lado, los resultados del estudio de Thales Alenia Space han confirmado la viabilidad económica del proyecto, que ofrece una perspectiva de retorno de la inversión de varios miles de millones de euros de cara a 2050. “El modelo de negocio mostró que el sistema de centros de datos espaciales requeriría una gran inversión al principio, pero podría generar ingresos positivos después de unos pocos años”, resalta Dumestier.

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