La Reina Sofía, con 85 años de edad, ha demostrado una vez más su profunda conexión con la arqueología y su interés particular por los yacimientos de Atapuerca, al participar activamente en las celebraciones por el 25 aniversario de la Fundación Atapuerca. La madre del Rey Felipe VI (56 años) preside honoríficamente esta fundación, y su asistencia a este tipo de eventos la coloca en un entorno muy diferente al que estamos acostumbrados.
Anoche, la Reina Sofía asistió a un concierto conmemorativo ofrecido por la Orquesta Sinfónica de Castilla y León Joven (OSCYL Joven). Dicho acontecimiento, organizado en Burgos, formaba parte de las bodas de plata de esta entidad. Vestida con un llamativo vestido étnico, disfrutó de una velada musical en un ambiente estival.
Este jueves 18 por la mañana, su agenda continuó con una visita a uno de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. A las 11:30 h, llegó al lugar y mostró un gran interés por los avances arqueológicos presentados. Según Lecturas, la emérita preguntó y escuchó atentamente las explicaciones brindadas por los expertos, y se ha mostrado muy curiosa con todo lo que veía a su alrededor.
La Reina Sofía sorprendió con un atuendo adecuado para la ocasión. Lució una blusa estampada en tonos claros combinada con un fular fresco de color marrón y unos pantalones caqui, adecuados para su comodidad y movilidad en el terreno. Completó su look con zapatillas deportivas, ideal para desplazarse por las diferentes zonas del yacimiento. Uno de los momentos más destacados de su visita ocurrió al verla sentada en una cueva adornada con estalactitas, reflejando su interés y pasión por la arqueología.
Su pasión por la historia
Este interés por la arqueología no es algo nuevo en la vida de Doña Sofía. De hecho, no ha dudado en subirse a un andamio para poder observar de cerca las pinturas. Desde su juventud, ha mostrado una gran curiosidad por la materia. Durante su adolescencia en Grecia, trabajó en el yacimiento de la antigua ciudad de Decelia, próximo a Atenas, junto a su hermana Irene de Grecia. Fruto de este trabajo fueron dos libros: Fragmentos cerámicos de Decelia (1959) y Miscelánea arqueológica (1960), donde explicaban sus hallazgos cerámicos.
En cuanto a su implicación con la Fundación Atapuerca, la Reina Sofía ha estado presente en numerosos momentos clave, como la inauguración de la sede en Ibeas de Juarros, la apertura del Museo de la Evolución Humana y el Congreso Internacional de Prehistoria. A lo largo de los años, la hemos visto mantener conversaciones animadas con los tres codirectores del proyecto: Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell.
Su presencia en estos actos se encuentra totalmente pactada, ya que desde que Juan Carlos I abdicó en 2014 la agenda de la Reina Sofía se ha visto muy reducida. Sin embargo, Felipe VI ha procurado darle su lugar en ciertos actos institucionales, ya que actualmente ella sigue formando parte de la Familia Real y recibe un sueldo público. Esto ha permitido a la Reina Sofía ocupar un papel visible en algunos eventos mientras el Rey y la Reina atienden otros asuntos.