La Policía compra detectores de latidos de corazón para frenar la llegada de migrantes ocultos en dobles fondos de vehículos

El Cuerpo licita un contrato para adquirir al menos diez dispositivos que agilicen los controles en los principales puestos fronterizos del país

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Migrante oculto en los bajos
Migrante oculto en los bajos de un camión. (Policía Nacional)

La llegada en cayucos y lanchas es la principal vía de entrada de personas migrantes en territorio español. Sin embargo, algunas mafias siguen poniendo en práctica sofisticados métodos que ponen en peligro la vida de los más vulnerables. Uno de ellos es la introducción de migrantes ocultos en dobles fondos y otros recónditos espacios en vehículos que cruzan la frontera española. La Policía Nacional quiere poner freno a este fenómeno, por lo que ha licitado un contrato para adquirir al menos diez detectores portátiles que son capaces de reconocer los latidos del corazón.

En la documentación aportada a la licitación se especifica que los detectores irán destinados a la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC) y se utilizarán, principalmente, en los controles fronterizos de Ceuta y Melilla y los principales puertos del sur de la península. El valor estimado de la compra será de 362.000 euros.

La Policía resalta en la memoria justificativa del contrato que “con el fin de atajar el posible efecto llamada que supone la inmigración ilegal, tanto en manos de mafias organizadas afincadas en países de origen, como de polizones ocultos en vehículos y dadas las condiciones de peligro al que se someten en sus trayectos, para proteger su propia vida, se fijan controles específicos en los principales puestos fronterizos españoles”.

El Cuerpo considera “imprescindible” la adquisición de los dispositivos para que los agentes puedan cumplir con sus fines de lucha contra la inmigración ilegal, disponiendo de herramientas que les permitan una respuesta en supuestos de ocultación de personas”, que pueden esconderse “en el interior de vehículos, ya sea en sus huecos externos (estructura o chasis) o en sus compartimentos internos o auxiliares (habitáculo, remolques, cajas cerradas, contenedores, frigoríficos, etc.)”

Agilizar los controles fronterizos

El uso de los detectores de personas portátiles es especialmente útil para los agentes “cuando la cadencia de vehículos es muy alta, y más todavía cuando las cajas o plataformas, sobre todo de los camiones, van precintadas y su apertura ha de realizarse siguiendo un protocolo establecido que implica trabajo conjunto con otros estamentos con su consiguiente demora”.

“Para no provocar colapso con el tráfico rodado y al mismo tiempo disminuir el tiempo de reacción en el acceso a vehículos con habitáculos cerrados, resulta necesario disponer de un medio fiable y versátil que facilite información en tiempo real sobre personas ocultas en superficies no accesibles para el policía interviniente”, añade la memoria de la licitación, firmada por el jefe de servicio de armamento y equipamiento policial de la Policía Nacional, José Carlos Fernández Grobas.

La ruta canaria vuelve a ser la más mortífera: 4.808 personas migrantes han muerto en los cinco primeros meses del año.

Pero quien ponga en uso los detectores será la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC), adscrita a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y que se dedica a “las funciones de refuerzo de unidades territoriales y puestos fronterizos que lo demanden para el control de vehículos y personas, lucha contra la inmigración ilegal y trata de seres humanos, control de entrada y salida del territorio nacional y prevención del orden público”.

Según las estadísticas del Ministerio del Interior, en lo que va de año 24.898 personas migrantes han llegado a España por vías irregulares, lo que supone un incremento de casi el doble respecto al año pasado, cuando lo hicieron 12.704 en el mismo periodo de tiempo.

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