El doloroso final de Carmen Ordóñez: de que murió, un presagio previo y tres pérdidas irreparables

Este 23 de julio se cumplen 20 años de la muerte de la que fuera pareja de Francisco Rivera Paquirri y RTVE ha homenajeado su figura con un documental

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Carmen Ordóñez en una imagen de archivo (Europa Press)
Carmen Ordóñez en una imagen de archivo (Europa Press)

El 23 de julio de 2004, Carmen Ordóñez fue hallada muerta en la bañera de su domicilio madrileño. Una amarga noticia que causó una enorme conmoción en la población española y que dejó tras de sí un sinfín de incógnitas que, a día de hoy, siguen sin resolverse. Han pasado dos décadas desde su fallecimiento y, con la idea de homenajear su figura, RTVE ha contado su historia en Lazos de Sangre la noche de este miércoles, 17 de julio.

Y es que la que fuera pareja de Paquirri ha sido uno de los personajes más destacados de la crónica social en las últimas décadas, pues fue una mujer que rompió con muchos estereotipos de la época, llegando a convertirse en todo un símbolo. Su espectacular belleza, su característico estilo del humor y su carisma, la llevaron a ganar una gran popularidad dentro y fuera de los platós de televisión. Sin embargo, en su vida no todo era color de rosa como podía parecer desde fuera. Su día a día estuvo marcado por tres dolorosas muertes y un contundente presagio.

Pérdidas irreparables

En agosto de 1982, la que fuera colaboradora del programa A tu lado tuvo que decir adiós por última vez a su madre, Carmen Cristina González Lucas, conocida como Carmina Dominguín, quien falleció a sus 54 años debido a un cáncer. En aquel entonces, Carmina Ordóñez tenía 27 años y para ella fue un golpe irremediable.

Carmina Ordóñez en el programa abierto 'Anochecer' (Europa Press)
Carmina Ordóñez en el programa abierto 'Anochecer' (Europa Press)

Otra pérdida que la marcó profundamente fue la de tu abuela de toda la vida, Elena Linaza, quien falleció en 2002. Pero, sin duda, el batacazo final fue la trágica muerte de Francisco Rivera Paquirri en la plaza de Pozoblanco, un hombre que fue fundamental en su vida y padre de sus dos hijos mayores, Francisco y Cayetano. Carmina Ordóñez contrajo matrimonio con el torero cuando ella tenía tan solo 17 años y, nueve años después, ambos decidieron tomar sus caminos por separado. Sin embargo, aquel 26 de septiembre de 1984, en el que el diestro fue embestido por un toro de nombre Avispado, quedó para siempre grabado en la memoria de Carmina Ordóñez.

Un presagio que se cumplió

Los últimos días de la televisiva no fueron nada fáciles. Además de estar ingresada en clínicas de rehabilitación, ella misma confesó de utilizar somníferos para dormir, lo que dejaba entrever que no estaba atravesando un buen momento. Su situación y el visible deterioro físico y anímico marcaron el final de su vida.

En varias ocasiones, Carmina Ordóñez aseguró que no llegaría a cumplir los 50 años. Y así fue. Murió un mes y medio después de cumplir 49 años. Fue Eva Carreño, buena amiga suya, quien encontró su cuerpo sin vida. Eran las 12:00 horas del mediodía, aunque su muerte se certificó a las 8:00 horas.

Carmina Ordóñez en una imagen de archivo (Europa Press)
Carmina Ordóñez en una imagen de archivo (Europa Press)

Carreño se encontró a su amiga con un golpe en el labio, sumergida en la bañera con el grifo abierto y sin que la bañera se desbordase y la puerta cerrada con llave. El televisor estaba encendido, las persianas subidas y había restos de drogas en el inodoro. Completamente en shock, Carreño llama al 112.

Horas después, fue a prestar declaración de forma voluntaria con el fin de esclarecer la muerte de Ordóñez. Había muchas preguntas sin respuesta y un profundo misterio que, a día de hoy, aún sigue sin resolverse. Además, sus tres hijos quisieron mantener en la más absoluta intimidad, fue su informe forense, que indicaba los motivos de su muerte. De lo que sí hay certeza es de que su cuerpo fue incinerado y sus cenizas se esparcieron entre El Rocío y Tánger.

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