Este verano está siendo mucho más cálido de lo normal, algo de lo que ya nos advirtió en junio la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y que está afectando ya varias comunidades. Para garantizar una conducción cómoda durante estos meses más calurosos, es esencial que el aire acondicionado del coche se encuentre en buen estado.
Una de las piezas a la que más atención le tenemos que prestar es al compresor, ya que, es una parte clave del sistema de climatización de un vehículo. Su función principal es aspirar el gas refrigerante a baja temperatura y presión, comprimirlo y facilitar su circulación a través del sistema. Este proceso es vital para el correcto funcionamiento del aire acondicionado, ya que permite la transferencia de calor, proporcionando un ambiente cómodo dentro del coche.
Importancia del mantenimiento
Con el tiempo y el uso, este aparato se va desgastando. Algunos de los factores que aceleran este proceso son: un ventilador defectuoso o una cantidad incorrecta de refrigerante. Es crucial mantener el sistema de climatización en buen estado para asegurar su funcionamiento eficiente y evitar problemas mayores. Un compresor dañado puede afectar todo el circuito, llevando a un desgaste prematuro de otros componentes y aumentando el precio de una reparación.
Señales de fallo
Existen varias señales que indican que es necesario revisar o cambiar el compresor de aire acondicionado. Si el aire frío tarda en salir o no sale, si los cristales se empañan con más frecuencia de lo normal, o si el aparato hace ruidos extraños, es probable que el compresor esté fallando. En estos casos, es recomendable acudir a un taller para hacer una revisión detallada y, de esta manera, evitar incomodidades durante la conducción.
Reparación y sustitución del compresor
Las averías en el aire acondicionado son bastante habituales y aunque no sea imprescindible para que el coche funcione, sí que ayuda a tener una mejor visibilidad cuando los cristales se empañan y a conducir sin ahogarse cuando el clima del exterior alcanza temperaturas del averno. La reparación del compresor puede ser costosa, el precio oscila entre 400 y 600 euros, dependiendo del modelo del vehículo y del compresor utilizado. En algunos casos, puede ser más rentable sustituirlo en lugar de repararlo.
Por qué nunca debes apagar el coche con el aire encendido
Pese a que el compresor sufra averías por el propio uso, sí que podemos prevenir ciertos daños haciendo un uso correcto del aire acondicionado. Una de estas medidas de precaución es no apagar el motor del coche con el sistema de refrigeración encendido. Es preferible desconectarlo de parar el vehículo.
La razón es porque el compresor requiere una cantidad considerable de energía para funcionar correctamente, y, en caso de activarlo nada más arrancar o apagar el motor sin desactivarlo, la batería podría sufrir en exceso, lo que acortaría su vida útil de cuatro años. Además, si se para el coche con el aire encendido puede hacer acumule humedad en los conductos de ventilación (que después pasaría a los tubos) provocando una avería.