Una española que estudia en Estocolmo compara la educación en Suecia y la de nuestro país: “Mi universidad parece una privada de España, pero es pública y gratuita”

Alma Sjölén, estudiante de segundo curso, ha comentado las diferencias que hay entre ambos países y qué cosas buenas tiene cada uno

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Alma Sjölén, en un video en el que habla sobre las diferencias entre las universidades españolas y suecas (@almainstockholm / TikTok)
Alma Sjölén, en un video en el que habla sobre las diferencias entre las universidades españolas y suecas (@almainstockholm / TikTok)

En España, el precio de las universidades ha sido desde siempre una cuestión muy debatida, sobre todo conociendo el hecho de que en otros países de la Unión Europea es gratuita. Además, surgen también debates sobre la calidad de la educación, así como de la eficacia de nuevos programas como el Plan Bolonia, que entre otras cosas ha impuesto la asistencia obligatoria de nuevo en las aulas.

Uno de esos países con los que se compara España es Suecia. El país nórdico es un importante referente en educación, siendo desde hace años de los mejor puntuados en Europa en el informe PISA. Justamente allí estudia Alma, una joven de 19 años que se está sacando la carrera en la Universidad de Estocolmo completamente gratis, algo que se puede hacer en ese territorio teniendo el pasaporte de ciudadano de la Unión Europea.

Alma compagina los estudios con diferentes prácticas y cursos, además de su pasión por los viajes. Sin embargo, otra actividad que realiza habitualmente es subir videos a su canal de TikTok (@almainstockholm) comentando su experiencia y dando consejos sobre cómo poder tener experiencias similares a las que está viviendo ella. Esta vez, sin embargo, ha publicado un vídeo distinto.

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La educación en Suecia es diferente

“Hoy vamos a hablar de educación”, anuncia al principio. “Voy a hablar de mi experiencia en España, de la primaria, secundaria, bachillerato y de la universidad”. Esta última etapa, como ya hemos mencionado, la está realizando en Suecia, donde ya lleva más de un curso superado.

“La universidad aquí me parece brutal”, confiesa la joven sevillana. “Yo vine muy quemada de bachillerato, no tenía muchas ganas”, confiesa. “Entonces me vine a esta universidad”. Un cambio que no solo ha supuesto encontrarse en un nuevo lugar, sino con una cultura diferente de la enseñanza. “Tenemos clases dos, tres veces por semana y tenemos un concepto que se llama Self Study”.

Este término hace referencia a que es el alumno el que decide qué grado de implicación quiere tener con sus estudios. “Tenemos como nuestro propio esquema y nosotros estudiamos lo que queremos”. Así, pueden por ejemplo decidir estudiar para obtener una nota menor de 10, si así lo desean y la asignatura no les interesa mucho en un principio. “El material que nos dan es el básico y ya a partir de ahí hay que hacerlo por ti mismo”, de modo que ir a clases no es algo prioritario.

Ella misma se pone como ejemplo de eso último. “Ha habido asignaturas que no he ido a ninguna de las clases, he leído el libro y tal y he aprobado con nota”. Esto se diferencia bastante de nuestro país, donde sí que hace falta ir a clase incluso para que te permitan presentarte al examen final.

Otra diferencia que ha visto Alma está en las instalaciones, que en Suecia, asegura, “son brutales”. “Tenemos camas para dormir por si estamos cansados, muchísimos cafés, quioscos, las clases súper limpias y brutales, aulas grandes, muchas actividades a principio de curso...”. Esto hace que su universidad parezca “una privada de España” solo que en Estocolmo “es pública y es gratuita”. En otro vídeo, Alma muestra a qué se refiere cuando pone este ejemplo.

No obstante, la joven también reconoce que en su país de origen la educación le ha servido para curtirse como estudiante: “A mí me ha venido muy bien que en España fuesen tan estrictos, porque ahora que todo es como un poco más a tu bola y para mí es mucho más fácil sacar todo que para mis compañeros que vienen de bachilleratos de otros sitios”.

Por último, Alma hace referencia a sus amigas, “que están súper agobiadas en España haciendo un montón de cosas”, lo que sin embargo no evita que estén “aprendiendo lo mismo”. “Al fin y al cabo un examen lo estudias y muchas veces lo olvidas, aunque ese no sea el objetivo es lo que pasa”.

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