Los motivos por los que Antonio Banderas ha tenido que derrumbar su mansión en la playa de Marbella

Antonio Banderas se encuentra atravesando un delicado momento personal. Tras varios años luchando por salvaguardar uno de sus mayores tesoros, ha perdido la batalla. El actor se ha visto en la obligación de despedirse de su mansión ubicada en la playa de Marbella, concretamente, en Los Monteros.

‘La Gaviota’, residencia en la que vivió dos décadas, ha sido demolida por una decisión judicial, según informa Lecturas en la edición de este miércoles, 17 de julio. El inmueble fue construido en 1995 gracias a una polémica licencia del gobierno de Jesús Gil, exalcalde de Marbella, y, antes de que el actor la adquiriese, perteneció a la reconocida locutora Encarna Sánchez.

Para entender el motivo por el que se ha derribado la vivienda, que siempre se ha situado en el centro de la polémica urbanística, cabe remontarnos al año 2003, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló la licencia concedida por Gil al considerarla ilegal por invadir la zona de dominio marítimo-terrestre, señala la revista del corazón.

La pareja de Nicole Kimpel adquirió ‘La Gaviota’ en 1996, un año después de que su primera propietaria falleciese. Entonces, la mansión se encontraba en manos de los herederos de Sánchez. Pese a que para entonces los papeles de la vivienda se encontraban en regla, lo cierto es que los vecinos de la urbanización Los Monteros empezaron a presentar una serie de denuncias en la que afirmaban que la casa ocupaba terreno público destinado a parques y jardines.

Aquellas querellas tan solo fueron el inicio de una serie de demandas y recursos que sumieron la vivienda en un limbo judicial de 28 años. En 2013, Antonio Banderas llegó a un acuerdo en el que debía ceder 1243 metros cuadrados de terreno de la parte lateral de la propiedad al Ayuntamiento para paliar la situación irregular del inmueble y, por ende, evitar la demolición.

Dos años después, en 2015, el acuerdo fue anulado por el Tribunal Supremo, quien declaró a la vivienda como ilegal. Un giro de 180 grados que dio lugar a una serie de disputas legales que hicieron peligrar el futuro de la residencia. Desde entonces, ‘La Gaviota’ tenía tras de sí una orden de demolición que, pese a los años de lucha del actor, ha terminado por hacerse efectiva.

Se trata de una residencia a la que Antonio Banderas siempre tendrá un gran cariño pese a que ahora esté hecha escombros. Y es que en este rincón andaluz el actor pasó gran parte de su vida, como sus días más felices junto a su expareja, Melanie Griffith, o el confinamiento por la Covid-19. Su actual novia, Nicole Kimpel, también ha disfrutado durante largas temporadas de esta vivienda.

Aunque, sin duda, quien más la echará de menos será su hija, Stella del Carmen, quien ha pasado parte de su niñez en esta residencia. “Recuerdo mi primera infancia en la playa, con mi familia, comiendo bocadillos de Nutella y viendo el Grand Prix del verano”, rememoró la hija del actor en una entrevista para Vanity Fair.