Entre los meses de julio y agosto, cerca de 300.000 estudiantes se enfrentaron a la evaluación de bachillerato para acceder a la universidad (EBAU o EvAU). Muchos de los que ya han realizado su preinscripción ya saben en qué carrera han entrado y es probable que sus estudios se realicen en la Comunidad de Madrid, pues es la región que más estudiantes concentra de España. Tan solo en las seis universidades pública (Alcalá, Autónoma, Carlos III, Complutense, Politécnica y Rey Juan Carlos) hay más de 200.000 alumnos inscritos.
Si bien más el 90% de los matriculados suele superar estas pruebas, no todos consiguen entrar en la carrera de sus sueños a la primera. Cada universidad instaura una nota de corte o nota de acceso cuando se encuentran con que hay más solicitudes que plazas para acceder a alguna de las titulaciones que ofertan. Para garantizar la diversidad en el acceso, existe un porcentaje de plazas reservadas para diferentes vías de ingreso. Los estudiantes que han completado el Bachillerato y la EBAU o un ciclo formativo de grado superior tienen acceso al mayor número de plazas. Además, se reservan espacios para otros grupos como titulados universitarios o equivalentes (1%-3%), personas que presentan a la prueba de acceso para mayores de 25 años (mínimo 2%), aquellos que realizan la prueba de acceso para mayores de 45 años o que acceden mediante la vía para mayores de 40 años (1%-3%), estudiantes con discapacidad (5%) y deportistas de alto nivel y rendimiento (mínimo 3% y 5% adicional en ciertos grados).
Por ello, habrá muchos que se hayan quedado a las puertas de hacerse con uno de esos huecos en la universidad que deseaban. De hecho, las calificaciones para entrar cambian cada año y, dependiendo del grado universitario, estas pueden subir hasta cuatro puntos en comparación al curso anterior.
Las listas de espera: cómo acceder
Aquellos que no han conseguido la nota suficiente para entrar a los estudios deseados todavía podrían conseguir una plaza. Las universidades españolas abren cada año listas de espera en caso de que una parte de los admitidos en primera instancia declinen su plaza. El sistema asigna a cada estudiante la opción en la que ha superado la nota de corte y lo deja en espera en las solicitudes anteriores en las que no ha sido admitido, pero podría llegar a serlo cuando las listas se consoliden.
Los sistemas de lista de espera pueden cambiar de una universidad a otra. En la Universidad Complutense de Madrid, una vez hechos públicos los resultados de admisión, quienes quieran permanecer en lista de espera de los grados de la UCM deberán solicitarlo específicamente a partir de la aplicación de la preinscripción. Los que se hayan examinado en la fase ordinaria tienen hasta el miércoles 17 de julio para hacerlo. Para la fase extraordinaria, el plazo de entrada en listas de espera se realiza entre el 5 y 6 de septiembre. Solamente se podrá marcar interés en lista de espera en aquellos estudios en los que no haya sido admitido por tener una nota inferior a la de corte.
Una vez comprobadas las posibles vacantes, se empezarán a realizar llamamientos por correo electrónico. Si recibes uno durante el mes de agosto, tendrás dos días para matricularte.
En la Universidad Politécnica, en cambio, se puede solicitar la inclusión en la lista de espera a partir de su página web. Dentro del sitio, deben acceder al apartado de Grado y, dentro de la sección “Admisión a la Universidad”, deben entrar en la opción de Lista de Espera. Este proceso estaba disponible hasta el 16 de julio en la fase ordinaria, pero volverá a abrir posteriormente para la convocatoria extraordinaria. En el caso de que resultaran plazas vacantes tras el proceso de matrícula, se procederá a admitir a los solicitantes de lista de espera, por riguroso orden de nota de admisión para el estudio correspondiente.