El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, junto a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Teresa Ribera, han presentado ante la ONU el Examen Nacional Voluntario de España sobre Agenda 2030. El informe evalúa el trabajo realizado para lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) fijados por las Naciones Unidas y suscritos por 193 países.
El ministro Bustinduy ha puesto en valor que se trata de la tercera vez que España se somete de forma voluntaria a este examen, lo que le posiciona como “el país europeo que más veces ha evaluado sus compromisos de desarrollo sostenible”. Ha destacado que el proyecto político del actual gobierno está “plenamente alineado” con los ODS y ha señalado que las prioridades del Ejecutivo para el desarrollo de la Agenda 2030 pasan por articular políticas públicas que permitan luchar contra la pobreza y la desigualdad, abordar la crisis climática y ambiental, erradicar la precariedad y enfrentar la crisis de cuidados.
El estudio presentado este martes revela los avances realizados por España en materia medioambiental, económica y de igualdad entre otros aspectos, pero también los retrocesos que ha sufrido la población en estos mismos puntos.
Más de un 20% de la población en riesgo de pobreza
En ese sentido, la evaluación española evidencia el riesgo de pobreza y exclusión social como “un fenómeno estructural que afecta a más del 20% de la población”. Si bien la cifra alcanzó el máximo histórico en 2014 (30,2%), en el último año ha visto un aumento de 0,5 puntos tras un periodo de ocho años en descenso: la tasa de riesgo de pobreza aumentó al 26,5% en 2023. La nueva tendencia ascendente se replica dentro de la población infantil: la pobreza entre menores de 18 años a crecido cuatro puntos en cinco años, hasta situarse en el 34,5% en 2023.
Los datos muestran que la nacionalidad es un factor determinante en este riesgo: si el 25,2% de la población española mayor de 16 se ve afectada, en la población extranjera nacida en un país ajeno a la UE aumenta hasta el 57%. La cifra es todavía más preocupante entre la población de etnia gitana: un 98% se encontraba en 2021 en riesgo de pobreza, lo que revela “la necesidad de medidas urgentes que atajen la discriminación tan acusada” que enfrentan.
Si bien ha habido una ligera mejora, las desigualdades de renta en España son las más altas a nivel europeo: el 20% de la población más rico gana 5,5 veces más que el 20% más pobre.
Respecto a la vivienda, un 40,9% de la población está sobreexpuesta al pago de la vivienda, cuyo precio se ha incrementado hasta en un 50% en algunas regiones entre 2015 y 2022. En ello influye el escaso parque de vivienda social con el que cuenta el país, destaca el examen. Su cobertura apenas alcanza el 2,5% de los hogares, un porcentaje que se reduce al 1,6% si se considera únicamente la vivienda pública en alquiler.
Aumentan las energías renovables, pero también la contaminación
En 2022, las energías renovables supusieron el 22,12% del consumo total de energía en España, un 36,3% más que en 2015 y un 6,7% más que en 2021. El país presenta además un “buen estado ecológico” en el 60% de sus aguas superficiales, como ríos y lagos, y una menor pérdida de biodiversidad respecto a los países europeos.
Sin embargo, las emisiones totales españolas de CO2 han crecido en un 2% respecto a 2021, hasta alcanzar los 294,1 millones de toneladas, si bien la tendencia en el medio plazo avanza hacia la reducción. “España sigue manteniendo una dependencia muy elevada de las importaciones de energía, especialmente de los combustibles fósiles”, admite la evaluación.
La violencia de género continúa siendo alarmante
Frente a la desigualdad de género, las mujeres continúan teniendo mayores cifras de desempleo (3,23 puntos de diferencia en 2023), pero se ha reducido la brecha de salario y renta en los últimos años: si en el 2015 era de de 5.941,18 euros, en 2021 pasó a ser de 5.212,74 euros. Las diferencias en el acceso a la educación se han ido reduciendo progresivamente, llegando a ser el porcentaje de mujeres ligeramente superior al de hombres en el curso 2021-2022. También se ha incrementado en tres puntos su presencia en presidencias y consejos de administración de empresas.
No obstante, “la proporción de mujeres que sufren violencia de género sigue siendo alarmante”. En el periodo 2015-2021, han crecido el número de mujeres y niñas de más de 16 años que han sufrido violencia, a excepción de la psicológica. Respecto a los delitos de odio, se ha visto un aumento del 40,74% con respecto al año 2015. Las razones de estos ataques fueron principalmente el racismo y la xenofobia (43,5%), la orientación sexual e identidad de género (24,83%) y la discriminación por razón de sexo o género (10,11%).
Lucha contra la precariedad laboral
En los últimos años, España ha visto una reducción de las tasas de desempleo hasta el 11,8% registrado por el INE en el cuarto trimestre de 2023. Se ha experimentado igualmente una menor tasa de temporalidad (15,7% en el primer trimestre de 2024) y del trabajo a tiempo parcial (13,5% del total de personas ocupadas), si bien un 49,6% de la población lo realiza de forma involuntaria.
Igualmente, los salarios experimentan una tendencia ascendente: actualmente el SMI español se ubica en la decimosexta posición del ranking internacional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y los salarios medios han crecido un 10,3% desde el 2015, hasta los 2.176,08 euros. A pesar de ello, se evidencian claras diferencias salariales entre la ciudadanía española y la extranjera. los nacionales llegan a ganar de media un 27,7% más que los no españoles.