Las plataformas de contenido suelen anunciar a bombo y platillo sus grandes producciones. Tráilers, eventos con grandes estrellas e historias cargadas de adrenalina, misterio o emociones suelen ser buenos ingredientes para asegurarse que, en el momento del estreno, estos proyectos alcancen rápidamente el éxito.
Sin embargo, en ocasiones las listas de lo más visto los ocupan producciones más pequeñas, que aunque cuentan con el apoyo de las plataformas es una sorpresa cuando alcanzan esa fama fulgurante, con millones y millones de visualizaciones en apenas unos días. Supone, también, refrescante, pues este tipo de proyectos también suelen ser de otros países cuya forma de hacer cine estamos menos acostumbrados a ver, lo que le da un toque diferente.
Pues bien, esta semana, la película italiana Desaparecidos en la noche se ha ganado por derecho propio entrar en este último grupo. Tras apenas cuatro días desde su estreno se ha convertido en una de las cintas más vistas de Netflix, la segunda en el ranking de España ahora mismo.
Las razones del triunfo
La historia que cuenta este largometraje dirigido por Renato De Maria (Los despiadados y El robo a Mussolini) se centra en Elena y Pietro, un matrimonio ya divorciado cuyos dos hijos desaparecen una noche sin dejar rastro. Han sido secuestrados, y el intento del padre por conseguir el dinero para su rescate acaba con él en una trama criminal, a cuyo regreso se encuentra que todos los personajes actúan de forma extraña con él, especialmente su exmujer.
Los responsables de interpretar a esta pareja son dos intérpretes de reconocido prestigio. En la piel de Elena está Annabelle Wallis, conocida por su papel en la serie Peaky Blinders y protagonizar la película Annabelle. En la piel de Pietro se introduce Ricardo Scamarcio, al que muchos recordarán por aparecer junto a Keanu Reeves en John Wick: Pacto de Sangre, la segunda parte de la famosa saga.
Otro gran aliciente para ver la película ha sido su corta duración, que es de 86 minutos. Menos de una hora y media en la que el espectador se deja llevar por un thriller asfixiante y lleno de misterios, pero que al mismo tiempo no resulta demasiado complejo ni cargante.
La película española de la que parte
Lo que muy pocos conocen es que Desaparecidos en la noche es, en realidad, un remake de otra película española protagonizada por el argentino Ricardo Darín y Belén Rueda. Sin embargo, hay varias diferencias entre una y otra película, empezando por la ubicación, pero también por la identidad de sus personajes.
El filme español se llama Séptimo -también de menos de una hora y media de duración- y está disponible en Amazon Prime Video. Fue estrenado en 2013 con Patxi Amezcua (La sombra de la ley y El correo) en la dirección y a cargo del guion.
En esta, los hijos desaparecen cuando juegan con el padre a ver quién llega primero a la calle desde un séptimo piso, si el padre en el ascensor o los niños por las escaleras. Y es ya en la planta baja, cuando el padre se da cuenta de que sus hijos no están, y no hay ni rastro de dónde puedan encontrarse.