En un soleado y primaveral sábado de mayo, Judith y Alex decidieron dar un paso más en su relación. Uno de los más bonitos e importantes para algunas parejas: casarse. Después de tres años de noviazgo, 15 meses de preparativos y seis pruebas de vestido, llegó el día esperado. Pero no sin antes desembolsar un buen dinero. La pareja calcula que se gastó más de 25.000 euros en la ceremonia, aunque asegura que lo haría “mil veces más”. “La ceremonia fue súper emotiva, el cóctel y la cena pasaron volando, y la fiesta, un fiestón”.
Y es que darse el “sí quiero” en España ahora es más caro que nunca. El precio medio de las bodas ha subido en el último año un 13%, pasando de los 21.056 euros a los 23.750 (sin incluir los viajes de novios ni el anillo de compromiso), según el Informe del Sector Nupcial 2024 de Bodas.net. De hecho, somos el segundo país que más gasta en bodas, solo por detrás de Estados Unidos, y la cifra ya es similar al salario medio anual en España.
A pesar de ello, las parejas se siguen casando. Los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022 muestran que durante ese año se casaron más de 179.100 parejas, una cifra que, además de superar los datos de antes de la pandemia, es la más alta desde 2008.
Qué es lo más caro en una boda
Actualmente, una de las mayores partidas presupuestarias de un casamiento se destina al espacio del banquete, con un coste medio de 13.000 euros, a lo que hay que sumarle el precio del catering, que ya asciende a unos 139 euros por persona.
En este sentido, el número de invitados es otra de las cuestiones que más ha ido variando con el tiempo. Aunque Judith y Alex tuvieron una boda más familiar -con 56 asistentes-, en los últimos años la tendencia de reducir el número de invitados parece que ha cambiado. Actualmente, el promedio de asistentes se sitúa en 121, comparado con los 117 del año pasado, mientras que continúa aumentando el gasto por invitado, llegando a alcanzar los 196 euros por persona, un 9% más que el año anterior.
Otros gastos significativos a los que la mayoría de novios tienen que hacer frente son los trajes y los anillos. Por ejemplo, en el caso de Judith y Alex, el vestido de ella costó unos 2.500 euros y el traje de él alrededor de 1.200, cifras que se encuentran dentro de la media del gasto en España.
Además, se debe considerar el precio de los profesionales involucrados en el evento, como los fotógrafos (1.530 euros de media), videógrafos (1.260 euros), animación o DJs (1.100 euros), floristas (aproximadamente 970 euros) o la peluquería y maquillaje (300 euros). Todos estos elementos pueden aumentar considerablemente el coste total de la celebración.
A pesar de esto, las cifras muestran que las parejas no están dispuestas a recortar ninguno de los gastos. El 42% opta por aumentar el presupuesto inicial en lugar de reducir el número de proveedores o servicios contratados o limitar la lista de invitados.
Cómo se paga el evento
A la hora de sufragar el acontecimiento, muchos matrimonios recurren a los ahorros de meses e incluso años de relación, mientras que otros cuentan con la ayuda de sus familias o deciden solicitar préstamos. Judith explica que en su caso no contaron con un ahorro previsto desde años atrás para destinarlo a la ceremonia, aunque sí tuvieron que ampliar el crédito que habían solicitado para el coche el año anterior, “para ir más desahogados con los gastos”. Además, el pago gradual, a plazos, de las distintas partidas les facilitó organizar la boda que deseaban.
Solo el 8% de las personas que se casaron en el último año han tenido que pedir préstamos o créditos, lo que muestra que las parejas que se casan son solventes económicamente a la hora de pagar la boda.
Los regalos económicos con los que los invitados obsequian o gratifican a la nueva familia, y que en España suelen oscilar entre 150 y 200 euros por persona, también pueden ayudar a cubrir algunos gastos. Sin embargo, Judith coincide en que, en la mayoría de los casos, no se recupera toda la inversión realizada.
Nuevas tendencias
Algunos de los patrones que más se están observando en las uniones matrimoniales actuales es la reducción de las bodas religiosas (ya solo representan un 38% del total), mientras que han comenzado a aumentar las celebraciones con ceremonias simbólicas, en las que el matrimonio civil se produjo días e incluso meses antes. En estas fiestas hay que hacer frente, además, a los maestros de ceremonia, cuyos precios suelen ir desde los 300 hasta los 800 euros.
Otra novedad del último año es la de celebrar bodas de dos e incluso tres días. Parece ser que un día de celebración sabe a poco, por lo que se han comenzado a popularizar las conocidas como prebodas (el día de antes de la boda) y postbodas (el día de después). Durante estos eventos, los novios festejan de manera más privada y con un ambiente más íntimo el enlace, ya que solo suelen asistir los familiares y amigos más cercanos. En ambas ocasiones suele haber una sesión de fotos para capturar recuerdos especiales para los novios.
Además, se están produciendo varios cambios con respecto a las bodas tradicionales, como los de crear páginas web con las que suplir a las invitaciones físicas (y así ahorrarse un dinero), contar con un momento de recena -generalmente de comida rápida- o incluso que la novia luzca más de un vestido durante la celebración.
Lo más importante, como explican Judith y Alex para Infobae España, es “pasárselo bien y estar con las personas que más nos quieren” ya que, aseguran, “después de todos los dolores de cabeza, vale la pena”.