Primero con Ciudadanos y ahora con Vox: al PP no le salen bien los gobiernos de coalición

Ocho de los nueve ejecutivos regionales que los populares han liderado junto a estas dos fuerzas han saltado por los aires mucho antes de que acabara la legislatura. Enfrente, destaca la continuidad de los gobiernos progresistas

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El líder de Vox, Santiago Abascal, ha anunciado este jueves que los cuatro vicepresidentes autonómicos de su formación presentarán su dimisión y su partido pasará a ejercer la oposición. (Fuente: Europa Press / Vox / PP / Congreso)

La experiencia certifica que, para el PP, gobernar en coalición no es su fuerte. La ruptura de la mayoría de sus ejecutivos autonómicos, primero con Ciudadanos y ahora con Vox, contrasta con la continuidad de los gobiernos de los socialistas junto a otras fuerzas situadas a su izquierda. Y es que, más allá de los desencuentros aireados en público y en privado, estos han sobrevivido a las tensiones que les han sacudido. De estos últimos, además, su principal referente son los Gobiernos de Pedro Sánchez, primero con Unidas Podemos y, de momento, con Sumar.

Las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2019 dieron paso a tres ejecutivos autonómicos de coalición entre PP y Ciudadanos en Castilla y León, la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia, que se trasladaron también a ciudades importantes, como Madrid, Zaragoza o Murcia, gracias a los apoyos externos de Vox. Unos meses antes, Andalucía fue el laboratorio de esta fórmula, después de que los naranjas y la ultraderecha apoyaran a un entonces desconocido Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) para desbancar al PSOE en el que fuera su feudo durante 37 años. En todos estos territorios, el PP fue la segunda fuerza, por detrás de los socialistas.

De los cuatro gobiernos regionales, solo sobrevivió el andaluz, aunque Moreno Bonilla tampoco agotó los cuatro años de legislatura al adelantar las elecciones seis meses. La implosión de estos acuerdos tiene fecha, el 10 de marzo de 2021, y un motivo: la moción de censura en Murcia pactada entre PSOE y Ciudadanos para desbancar a los populares de los gobiernos regional y local.

Tras unos días convulsos, la del Ayuntamiento prosperó, pero la presentada contra el Ejecutivo regional de Fernando López Miras quedó en nada tras conseguir los apoyos necesarios gracias a tres diputados díscolos de Vox. No obstante, esta jugada llevada a cabo por los naranjas tuvo efecto desde el momento en el que se supo, provocando la inmediata decisión de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, de disolver la Asamblea regional y convocar elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid.

Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, exlíder de Ciudadanos en Madrid y exvicepresidente en su Gobierno de coalición.
Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado, exlíder de Ciudadanos en Madrid y exvicepresidente en su Gobierno de coalición.

El PSOE quiso aprovechar la coyuntura para poner a prueba el Gobierno de Castilla y León al presentar una moción de cesura contra el PP y Cs en la comunidad autónoma, pero el líder naranja Francisco Igea rechazó sumarse a los socialistas. Si bien, en una jugada perfectamente calculada, el presidente Alfonso Fernández Mañueco no respondió meses después con la misma generosidad y adelantó las elecciones para febrero de 2022.

Todas estas acciones tuvieron como resultado la ruptura de las relaciones entre ambas formaciones, que se sumó al posterior proceso de absorción de Ciudadanos por parte de los populares. Tres años después y tras varios procesos electorales, los naranjas ya son prácticamente historia al sobrevivir solo en un puñado de ayuntamientos.

Cinco gobiernos rotos en menos de un año

En este contexto, y a pesar del ascenso de los populares a costa de Ciudadanos, el PP se vio obligado a buscar una pareja de baile a partir de las siguientes elecciones municipales y autonómicas, las del pasado 28 de mayo de 2023. Los de Alberto Núñez Feijóo lo tuvieron claro desde el principio y optaron por Vox para desbancar a los gobiernos autonómicos del PSOE, varios de ellos de coalición con otras fuerzas progresistas de ámbito estatal y autonómico.

Además del pacto de coalición en Castilla y León tras los comicios de febrero de 2022, PP y Vox hicieron lo propio en la Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón y Murcia. En Baleares, los populares consiguieron el Govern gracias a los votos externos de la extrema derecha. También, desde el 28-M, ambas fuerzas gobiernan conjuntamente en más de 135 ayuntamientos.

Pero poco duró la unión. El líder de Vox, Santiago Abascal, decidió este jueves romper con los populares en los cinco ejecutivos que comparten, una ruptura que se extendió al pacto para investir a Marga Prohens en Baleares. Excepto el Ejecutivo castellano y leonés, los otros cuatro no tenían ni un año de vida. El motivo de la ruptura fue el reparto de apenas 347 menores migrantes, un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y las autonomías que no soluciona la presión que sufre Canarias por la presencia de hasta 6.000 niños migrantes llegados a este territorio.

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero (Vox), tras comparecer ante los medios de prensa. (Jorge Armestar/Europa Press)
La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, y el consejero de Gestión Forestal y Mundo Rural, Ignacio Higuero (Vox), tras comparecer ante los medios de prensa. (Jorge Armestar/Europa Press)

A excepción de un consejero en Castilla y León (Gonzalo Santonja) y del único consejero de Vox en Extremadura, Ignacio Higuero, el resto de titulares de carteras gubernamentales en manos de la ultraderecha, además de decenas de altos cargos, abandonaron este viernes los diferentes ejecutivos de coalición, dejando al PP en solitario, pero también en minoría en los seis parlamentos.

Continuidad en los gobiernos conformados por la izquierda

Estas experiencias contrastan con la continuidad demostrada en los diferentes gobiernos regionales que estuvieron y siguen conformados por fuerzas de izquierdas bajo el liderazgo del PSOE, además del anterior Ejecutivo de Pedro Sánchez, que reeditó en noviembre de 2023 junto a Sumar.

Los socialistas Adrián Barbón, en Asturias, y María Chivite, en Navarra, siguen al frente de sus gobiernos de coalición desde 2019. El primero lo hace junto a Convocatoria por Asturias (IU, Más País e Izquierda Asturiana) y la segunda junto a Geroa Bai y Contigo Navarra (IU, Podemos, Batzarre, Alianza Verde y Verdes Equo). La balear Francina Armengol, actual presidenta del Congreso, estuvo al frente del Govern de coalición con Podemos y Més per Mallorca. Ximo Puig lideró durante dos legislaturas la Generalitat valenciana junto a Unidas Podemos y Compromís.

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el vicepresidente de País Vasco, Eneko Andueza, la presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente de Asturias, Adrián Barbón, durante un acto del PSE-EE. (Unanue/Europa Press)
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el vicepresidente de País Vasco, Eneko Andueza, la presidenta de Navarra, María Chivite, y el presidente de Asturias, Adrián Barbón, durante un acto del PSE-EE. (Unanue/Europa Press)

La dirigente socialista Concha Andreu gobernó entre 2019 y 2023 junto a Unidas Podemos. Asimismo, el actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, fue proclamado presidente del Gobierno de Canarias con el apoyo de Nueva Canarias, Sí Podemos y Agrupación Socialista Gomera tras alcanzar un acuerdo para un Ejecutivo de coalición. En Aragón, Javier Lambán lideró hasta dos ejecutivos de coalición entre 2015 y 2023: el primero junto a la Chunta Aragonesista, mientras que en el segundo sumó a la ecuación al Partido Aragonés y a Podemos-Equo.

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