Un experto en fraude revela las razones por las que nunca deberías usar una tarjeta de débito

“Nunca, jamás, utilices una tarjeta de débito. No se las recomiendo a nadie: ni a mi familia, ni a mis amigos, ni a ti”, advierte Abagnale

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Crédito, débito, prepago, virtuales... La tecnología ha ampliado la variedad y funciones de las tarjetas. Además de permitir retirar efectivo y comprar en comercios, ahora es posible pagar con el móvil, recibir alertas de cada transacción y realizar compras online de manera más segura. Sin embargo, hay diferencias significativas entre las tarjetas de crédito y débito, y hay quienes advierten de que el uso de la segunda puede aumentar el riesgo de robo de identidad.

Frank Abagnale es un empresario estadounidense que en los años 60 se dedicaba a las estafas y falsificaciones. Años más tarde cambió el rumbo de su vida y, aprovechando que era de los que más conocimientos tenía en estas cuestiones, comenzó a asesorar al FBI, instituciones financieras y agencias gubernamentales de todo el mundo para ayudarlos en su lucha contra el fraude. De hecho, la popular película de Steven Spielberg Atrápame si puedes, en la que Leonardo DiCaprio encarna a un estafador que se hace pasar por un piloto de avión, un cirujano y un abogado, está basada en sus memorias.

En un artículo para la CNBC (un canal de televisión estadounidense sobre noticias de economía), Abagnale advirtió rotundamente de que para evitar un robo de identidad “Nunca, jamás, utilices una tarjeta de débito. No se las recomiendo a nadie: ni a mi familia, ni a mis amigos, ni a ti”.

El empresario reconoce que, gracias a los avances en la tecnología y la tecnología, ahora es “4.000 veces más fácil” obtener cualquier dato de un ciudadano y expone que una de las causas es que las tarjetas de débito son " la peor herramienta financiera que se le ha dado al consumidor” porque “cada vez que usa una, pone en riesgo su dinero y su cuenta bancaria”.

Abangale defiende el uso de las tarjetas de crédito, ya que con ellas, la ley federal limita la responsabilidad del usuario si se produce un uso no autorizado de su tarjeta. “Si hay una gran violación de datos (y usted sabe que la habrá ) y un delincuente de alguna manera obtiene mi número de tarjeta de crédito y carga un millón de dólares en ella, estoy protegido y mi compañía de tarjeta de crédito cancelará la tarjeta y enviará una nueva dentro de los próximos días” argumenta en el escrito. En este caso, el ciudadano no será responsable de las compras que realice, mientras que si los delincuentes obtienen los datos de la tarjeta de débito, podrían sustraer el dinero de la cuenta bancaria, y recuperarlo sería un proceso mucho más complicado y largo.

Diferencia tarjetas de crédito y débito

La tarjeta de débito está vinculada a una cuenta corriente y permite acceder al dinero depositado en ella. Al retirar efectivo de los cajeros automáticos o realizar compras, los cargos se deducen instantáneamente de la cuenta asociada, y el límite de gasto está determinado por el saldo disponible. En otras palabras, se puede usar la tarjeta únicamente hasta que se agote el saldo en la cuenta.

Por otro lado, las tarjetas de crédito adelantan dinero al usuario, proporcionándole un préstamo o crédito. Al realizar pagos con ellas, el importe se registra en una cuenta de crédito, separada de la cuenta corriente. El usuario puede gastar hasta el límite de crédito que el banco haya asignado, basado en su nivel de ingresos y otros criterios de solvencia. En el contrato de la tarjeta se especifican las diferentes opciones de pago del crédito utilizado:

La opción más común es el pago a fin de mes sin intereses. También es posible aplazar el pago por un período más prolongado, aplicándose los intereses establecidos en el contrato. A medida que se devuelve el crédito, este puede volver a ser utilizado, por lo que se denomina crédito revolvente o revolving.

Mujer sujetando una tarjeta de crédito (Freepik)
Mujer sujetando una tarjeta de crédito (Freepik)
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