Los Taylor Swift de la inversión conservadora: los fondos monetarios suben un 75% su patrimonio y compiten con depósitos y letras

Los inversores se vuelcan en ellos por su seguridad y el incremento de su rentabilidad, que en los mejores casos roza el 11,70% este año

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El Palacio de la Bolsa de Madrid situado en la plaza de la Lealtad.
Marta Fernández Jara - Europa Press
El Palacio de la Bolsa de Madrid situado en la plaza de la Lealtad. Marta Fernández Jara - Europa Press

La caída de la rentabilidad ofrecida por las letras del Tesoro y los depósitos a largo plazo, después de que el Banco Central Europeo (BCE) decidiera dar un volantazo a su política monetaria y empezar a bajar los tipos de interés, ha sacado a la palestra de la inversión conservadora a los fondos monetarios. Diseñados para los que huyen del riesgo, invierten en activos financieros de baja volatilidad y alta liquidez, como efectivo y renta fija a muy corto plazo, entre ellos, letras del Tesoro, bonos, pagarés de empresas o bonos de gobiernos europeos.

El hambre renovada de los ahorradores por los monetarios ha hecho que en los seis primeros meses del año su patrimonio gestionado se haya disparado un 75,8%, hasta alcanzar los 7.949 millones de euros, según datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco). Al igual que Taylor Swift, cuya popularidad no deja de crecer y cuyo carisma llena estadios en todo el mundo, los fondos no cesan de captar activos.

Sergio Ortega, analista de Vdos, atribuye el nuevo apetito de los ahorradores por los fondos monetarios a que “los inversores en fondos están experimentado un giro hacia posiciones de carácter más conservador, optando, principalmente, por activos de renta fija y especialmente monetarios, en detrimento de los fondos mixtos”.

Retornos de dos dígitos

Otro de los reclamos que han llevado a los ahorradores a invertir en ellos es su rentabilidad, que en los mejores casos llega al 11,72%, es la que da el fondo monetario global Ofi Financial Investment-Precious Metals RFC. Un retorno muy superior al 2,5% de media que ofrecen ahora los depósitos y al 3,4% que ronda el de las letras del Tesoro, sus más directos ‘competidores’. “Los monetarios han vuelto a dar rentabilidad tras unos años complicados”, reconoce Ortega.

No obstante, antes de invertir en ellos hay que analizar bien el mercado, ya que, aunque apenas tienen riesgo, su rendimiento puede ser negativo a causa de la inflación. Desde Self Bank señalan que si la rentabilidad de un monetario es del 2%, pero la inflación es del 3%, “tendremos una rentabilidad real del -1% para nuestro dinero”. En general, según fuentes del banco, “con este tipo de fondos no se pretende conseguir una rentabilidad alta, sino que se conciben para ser la parte más conservadora de la cartera de inversión”.

Más letras y menos depósitos: los ahorradores disparan su inversión en deuda pública atraídos por su rentabilidad.

Mínimo riesgo

A pesar de ello, Olivia Feldman, economista y cofundadora de HelpMyCash, señala que el riesgo de tener un fondo monetario “es tan bajo que para que se perdiera el dinero los tipos de interés del BCE tendrían que ser negativos o acercarse a cero. Y como eso no sucede de un día a otro, siempre tienes tiempo para retirar tus ahorros antes de que ocurra”.

Ahora, el tipo de interés de facilidad del depósito -el que replican estos fondos-, está al 3,75% y si el BCE decide reducirlo, la rentabilidad de los fondos monetarios puede seguir su estela.

También para Sergio Ortega, la principal fortaleza de estos fondos es que “se trata de una categoría muy sólida, con pocas oscilaciones bruscas, lo cual la hace atractiva para ahorradores que buscan dar estabilidad a sus inversiones”.

Estrategia para no perder

Para esquivar ese mínimo riesgo, Feldman recomienda preguntar cada mes a la entidad gestora sobre la rentabilidad esperada del fondo en los próximos meses. “Si la rentabilidad baja, se puede optar por mantener la inversión o moverla a otros productos como depósitos o fondos de mayor riesgo”. En este último caso, “se disfruta de la ventaja fiscal del traspaso entre fondos, evitando rendir cuentas a Hacienda sobre las ganancias hasta que se retire definitivamente el dinero”, argumenta la experta.

Y es que otra de las bazas de los monetarios es su fiscalidad. Se pueden hacer traspasos entre fondos de inversión sin tener que tributar, evitando rendir cuentas con Hacienda hasta que saque el dinero del fondo.

Asegurar el capital

Estas características hacen que los monetarios estén indicados para inversores con alta aversión al riesgo, que quieren poner su dinero en un activo seguro, sobre todo en momentos de incertidumbre económica, debido a que su baja volatilidad les ofrece un refugio frente a otros activos más arriesgados. También son adecuados para aquellos que desean diversificar sus carteras con otros fondos de más riesgo como los de renta variable.

“En general, todo aquel que busque tener una cartera compensada puede optar por los fondos monetarios y el porcentaje dependerá de su perfil de riesgo, mientras más conservador, más peso deben tener los monetario en la cartera”, concluye Ortega.

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