Las estafas se disparan y complican la eficacia policial: más de 350.000 personas fueron víctimas de ciberdelitos en 2023

Sería necesaria una ciudad como Bilbao, la décima en número de población en España, para acoger a todas las víctimas de la ciberdelincuencia en España durante un año, concretamente el 2023. Al menos, las que pudieron contabilizar las fuerzas de seguridad. Un total de 354.610 personas sufrieron algún tipo de ciberdelito el año pasado, casi un 19% más que las 298.319 registradas en 2022.

El Informe sobre la Cibercriminalidad en España correspondiente a 2023, publicado recientemente por el Ministerio del Interior, revela un importante aumento de los ciberdelitos que confirma una clara tendencia al alza: 472.125 hechos conocidos por los cuerpos de seguridad frente a los 374.737 de 2022. Pese a la variedad de tipos de delitos que se materializan en Internet, las estafas y fraudes informáticos acaparan el 90,5% del total, seguidos muy de lejos por las falsificaciones informáticas con un 3,2%.

Es ese tipo delictivo mayoritario se enmarcan los mensajes y las llamadas que los ciudadanos y las empresas reciben a diario en sus teléfonos móviles o en sus correos electrónicos. En el informe se destaca la modalidad del fraude del CEO como una de las principales estafas sufridas por las compañías y el phishing como la más habitual entre las denuncias de los ciudadanos.

Este incremento progresivo de los delitos refleja en el informe un impacto negativo sobre la eficacia policial, que se ve sobrepasada por el enorme volumen de denuncias y la complejidad a la hora de investigar este tipo de hechos. El porcentaje de ciberdelitos esclarecidos en 2023 fue del 13,5%, mientras que el año anterior había alcanzado el 14,6%. No obstante, el aumento de los delitos supuso un ascenso en la cifra de personas detenidas e investigadas, que pasó de 15.097 a 17.173.

Un dato revelador que también se incluye en el informe es que la franja de edad más afectada cuantitativamente por la ciberdelincuencia es la que va de los 26 a los 40 años, seguida muy de cerca por la que va de los 50 a los 65 años. Sin embargo, la más castigada en términos porcentuales por las estafas y fraudes informáticos es la de los más mayores -de 65 años en adelante-, que acaparan el 96,3% de la cibercriminalidad en su población.

En cuanto al impacto de los diferentes ciberdelitos según la edad de las víctimas, cabe destacar que el 86,7% de las víctimas de delitos sexuales en Internet eran menores. En su franja de edad, estas conductas supusieron el 21,8% de los ciberdelitos que sufrieron, sólo superados por las amenazas y coacciones con un 36,2%.

El informe dibuja un perfil del autor de los ciberdelitos: hombre, entre 18 y 40 años y español. Del total de 17.173 personas detenidas o investigadas, un 72,5% eran hombres y el 27,5% restante, mujeres. Según reflejan las cifras, los varones cometen porcentualmente más delitos sexuales (96%) o interferencias en datos y sistemas (76%), mientras que los números de mujeres detenidas y/o investigadas sube en delitos como la falsificación informática (34%) o los delitos contra el honor (33%).

La nacionalidad española es ampliamente mayoritaria (76,7%) entre los presuntos autores de ciberdelitos. Del 23,3% de extranjeros restante, destacan nacionalidades como la marroquí (3,1%), la colombiana (2,0%) y la rumana (1,9%).

El Ministerio del Interior recuerda en su informe que la ciberseguridad supone “un problema de seguridad ciudadana de primer orden, representando una de las amenazas más extendidas y generalizadas, que se materializa de forma continua y que victimiza cada vez de manera más importante a miles de instituciones, empresas y ciudadanos.