Cuando se habla de recibir una herencia, lo primero que viene a la cabeza es recibir una cantidad de dinero o que el fallecido te ha dejado un piso en propiedad y te ha resuelto la vida. Pero en verdad no es así. De hecho, en 2023 se registró un aumento en el número de personas que decidieron renunciar a sus herencias en España, alcanzando la cifra récord de 56.108, la más alta desde el inicio de las estadísticas por parte del Consejo General del Notariado en 2012. Esto representa un incremento del 1,1% en comparación con años anteriores y supone que se rechazan una de cada seis. Este fenómeno no se refleja en el número de transmisiones rechazadas, ya que una herencia puede ser compartida por varios herederos.
La fiscalidad de rechazar una herencia está sujeta al artículo 774 del Código Civil, y dependerá de la renuncia que se trate y de que el testamento estableciera o no una cláusula de sustitución vulgar. Esta renuncia es un negocio jurídico unilateral en el que el heredero manifiesta su voluntad de no aceptar la herencia, y ha de realizarse en documento público. Este mecanismo es irrevocable, por lo que no puede realizarse ni de forma parcial ni someterse a plazo o a condición.
Rechazar la herencia
Para rechazar una herencia, es necesario elaborar un documento formal y presentarlo ante notario, cuyo coste variará en función del número de páginas, aunque suele rondar los 100 euros. Al renunciar a la herencia, se exime del pago del Impuesto sobre Sucesiones. Pero, ¿qué ocurre si todos los herederos renuncian a la herencia?
El Código Civil establece que, en la orden de sucesión, se debe priorizar a otros parientes en línea directa, como los hijos (descendientes) y padres (ascendientes). Después de ellos, la herencia pasaría al cónyuge sobreviviente. En caso de que todos ellos renuncien, el Estado asumiría el patrimonio del fallecido y tendría los mismos derechos y obligaciones que el resto de los herederos.
Tipos de renuncia de una herencia
Existen distintos tipos de renuncia de una herencia. En primer lugar, la simple, donde el heredero opta por no aceptar la sucesión sin condiciones adicionales. Otra opción sería que el heredero renunciara en favor de un tercero, aunque para ello es necesario considerar dos situaciones. Por un lado, que el heredero renuncie a cambio de un precio, un movimiento que está sujeto al impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales Onerosas y Actos Jurídicos Documentados. Por otro lado, que la renuncia no sea a cambio de algo, en este caso constituiría una donación que implicaría el pago del impuesto correspondiente.
Qué documentos son necesarios para renunciar a una herencia
Para renunciar a una herencia es necesario elaborar un documento notarial en el que el interesado rechace explícitamente el dinero, derechos o bienes heredados. Para realizar este documento es necesario presentar el DNI y el certificado de defunción del fallecido ante el notario. Existen varias cuestiones importantes a tener en cuenta antes de efectuar la renuncia.
La renuncia es irrevocable, es decir, tras firmar y presentar el documento, el interesado no podrá retractarse ni reclamar los bienes a los que había renunciado. La decisión es definitiva y no se podrá revertir una vez presentada ante notario. Además, es fundamental saber que no se puede rechazar una parte de la herencia; la renuncia debe realizarse en su totalidad. No se pueden detallar los puntos específicos a rechazar, ya que se renuncia a todo el conjunto. Finalmente, este trámite solo se puede realizar después del fallecimiento.